jueves, 29 de noviembre de 2018

Folk espacial en un Insólito Universo

En París, las notas del cuatro, instrumento tradicional venezolano, se sumergen en una atmósfera de texturas cósmicas, acompañadas de una base rítmica que explora las raíces de la música venezolana, la psicodelia y la música electrónica. Todo esto condensado en una onda nueva, inspirada en el manifiesto antropófago, escrito por el poeta y agitador cultural Oswald de Andrade en la década de 1920.

Por: Marcel Márquez




Hoy quiero unirme al éxito y compartir la alegría de la banda Insólito Universo, quienes este mes estrenaron su primera producción discográfica La candela del río editada en vinil, a través  del sello discográfico Olindo récords que gerencia el venezolano Miguel Colmenares en la ciudad de Londres. Con menos de un mes de lanzamiento, el disco de la banda venezolana ya forma parte del top ten del website más visitado a nivel mundial  de música editada en vinil The vinyl factory

Insólito Universo es una banda conformada por la poeta, cantante y cuatrista venezolana María Fernanda Ruette y sus paisanos, Raúl Monsalve en el bajo, Edgar Bonilla en el piano y Andrés Sequera en la batería. Cada uno con una buena cantidad de millas acumuladas en Caracas y Europa, dentro de proyectos musicales y artísticos en general. El grupo se forma en la ciudad de París en el año 2016 a partir de una investigación profunda de la música tradicional venezolana, para llevarla a un lenguaje universal en el que intervienen elementos de otros géneros y otra épocas, con matices contemporáneos.

El disco La candela del río contiene 8 tracks, entre los cuales destacan títulos como Machurucuto y Lloviendo en Guatire, que inmediatamente trasladan al oyente al contexto venezolano y los paisajes que evocan estos lugares. El disco está cargado de atmósferas espaciales, un bajo contundente, una percusión que transita entre el joropo, los ritmos afrovenezolanos y la onda nueva, acompañando las notas del cuatro y la voz lúdica de Mafe que va dibujando versos en la naturaleza armónica de sus canciones. La producción del disco está a cargo del genio Malcolm Catto, un entusiasta de los procesos analógicos en el estudio, productor de Helliocentrics y colaborador en otros proyectos como Quantic & su combo bárbaro,  Mulatu Astatke, Madlib y Dj Shadow. La ilustración es de Emily Evans y la tipografía de la contraportada de Brunella Giannangel.

Extiendo la invitación a todos los melómanos, coleccionistas, músicos, djs y sibaritas de la música en general, a que acompañen a la banda en este momento de celebración y compartan este maravilloso trabajo de música venezolana. Esta semana comienza una gira promocional, las personas que estén en Londres mañana viernes 30 de noviembre podrán disfrutar del primer show de esta gira en el Servant Jazz Quarter y quienes estén en París el 20 de diciembre tendrán la oportunidad de ver a los insólitos en Le Cirque Electrique. Un inmenso entusiasmo ilumina el panorama musical venezolano con proyectos como Insólito Universo y Olindo récords que, con puntadas finas y un trabajo profesional de altura, van tejiendo redes a nivel global para compartir con el mundo nuestra música y nuestras tradiciones. Salud y que siga la fiesta.





domingo, 25 de noviembre de 2018

Miguel Colmenares: Del coleccionismo al emprendimiento discográfico



Por: Marcel Márquez

A mediados de este año me enteré a través de las redes sociales del lanzamiento de un sencillo 7" (pulgadas) de la banda venezolana Insólito Universo, residenciada en Paris. La publicación era de Raúl Monsalve, frontman de otra banda venezolana, Monsalve y los Forajidos; quien también es integrante de Insólito Universo. En seguida se activaron mis antenas detectoras de viniles y le pregunté cómo conseguía una copia de este sencillo para hacerla llegar a Brasil. Inmediatamente Monsalve me contactó con el distribuidor responsable.

Miguel Colmenares y yo hicimos rápidamente un click musical desde la primera conversación, con largas charlas sobre música en general, viniles y anécdotas a las que en algunas oportunidades se unieron Raúl Monsalve, Benito Mieses y Kike Gavilán en las publicaciones musicales compartidas en las redes sociales. 

Miguel es un personaje con una mezcla cultural interesante, el destino dividió su vida en cuatro etapas y cuatro ciudades diametralmente distintas, pero culturalmente diversas: Caracas, Miami, Berlín y Londres, donde vive actualmente. En Caracas nació y vivió sus primeros años, en Miami estudió y dio sus primeros pasos como dj y productor con su colectivo futuro, en Berlín comenzó a coleccionar viniles y en Londres fundó su propio sello discográfico. Que sea el propio Miguel quien nos eche el cuento completo.

¿Cuál es el último recuerdo musical que te quedó de Caracas antes de mudarte a Europa?


Mi primera mudanza fue en el 2000, me fui a estudiar a Miami. Tenía 15 años y acababa de terminar el bachillerato. En esa época escuchaba una mezcla rara de cosas, sonaban en el carro cds de Dr. Dre, el compilado de Woodstock 1999, el Make Yourself de Incubus, por ejemplo. También me tripeaba full los programas de 92.9, 94.1 y la Mega en la noche de los viernes y sábados, donde tocaban mixes de música electrónica. A mí no me dejaban salir mucho porque estaba muy chamo, entonces esa era mi escapada nocturna del momento.

¿Cuál fue el último concierto en el que estuviste en Caracas y en qué año?


Uno de los festivales que hacían en La Carlota (aeropuerto) entre el 98 y el 99. Recuerdo que eran patrocinados por una marca de refrescos.

¿Qué estaba pasando musicalmente en la ciudad en ese momento?


En la cabeza de Miguel a los 15 años, lo más interesante era lo que pasaba en el mundo de las minitecas. Todo el tema de las guerras de minitecas me fascinaba. Y estaba el fenómeno de Salserín en pleno apogeo (risas), pero sin duda yo no estaba ni cerca de ser una persona entendida de la música en esa época, porque como ya mencioné estaba demasiado chamo.

¿Cuál es el primer recuerdo musical que tienes de Londres?


En el verano del 2004 mi mamá estaba viviendo acá y yo vine de visita unos días. En esos días tocaba el dj James Zabiela en el Medicine Bar y yo me había recién comprado su compilado Alive. Fue en la época que estaba aprendiendo a mezclar discos. Pasé toda la noche pegado a la cabina. Zabiela era y es un dj súper técnico, siempre innovaba con loops en los cdjs y las máquinas de efecto del momento.

¿Recuerdas el primer contacto en tu vida con un vinil y un tocadiscos?


Crecí en los 80, naturalmente en mi casa había tocadiscos y unos cuantos discos. Sin duda, mis favoritos eran los de Michael Jackson y los Jackson 5. Había una tradición en casa de poner discos mientras armábamos el arbolito; siempre sonaban los de Jakson 5 y uno de Chip 'n' Dale de música navideña.

Ya en los 90 con los cds de moda el tocadiscos quedó abandonado en la sala y yo me lo llevé a mi cuarto. En ese momento no me interesaban mucho los discos de mi papá, pero recuerdo que fui un par de veces a una tienda de equipos de dj y discos en el Centro Único en Chacaíto y me compré algunos de los discos de música electrónica que sonaban en las minitecas en esa época.

¿Qué portadas de vinilos recuerdas en la casa de tu infancia?


Sin duda el Destiny de los Jackson y el Control de Janet Jackson. Como queda en evidencia, éramos fans de los Jackson.

¿Cuál fue tu primer vinil?


De manera no oficial diría que Thriller, de Michael Jackson.  Cuando comencé a comprar discos por mi cuenta las primeras cosas que recuerdo eran discos del sello Perlon de Berlín, en el que se editaron trabajos de Ricardo Villalobos y Luciano, entre otros, a comienzos del 2000. Tuve una obsesión, tanto con la música como con la parte visual de ese label.

¿Cuándo comienzas a coleccionar discos en formato vinil?


Cuando vivía en Miami terminando la universidad comencé a comprar algunas cosas. Después estuve un tiempo en Berlín y aproveche la ciudad al máximo. Pero diría que todo comenzó de una manera más seria cuando me mudé a Londres en el 2012, porque sabía que me quedaría aquí por un buen rato y no tendría que estar moviendo cajas de discos de un lado a otro.

¿Clasificas de alguna forma especial tu colección?


Mas o menos está organizada por género y en algunos casos por sello o artista. Dentro de la sección de jazz hay una sección de jazz surafricano y otra de John Coltrane. Luego tengo unas cosas por región y país, hay una sección de latin y tropical, dentro de ella están los discos separados entre Brasil, Venezuela, Salsa, Caribe y África.


¿Cuál es el vinil más codiciado para tu colección que todavía no consigues?


Hay unos cuantos, pero a la cabeza está el soundtrack del film venezolano "Soy un Delincuente".

¿Qué formato prefieres entre 7", 10" y 12" (pulgadas)?


12", sin duda, más que nada por el arte. Los 7" son prácticos y tengo unos cuantos, pero no se comparan.

¿Prefieres diggear en tiendas físicas o virtuales?


Físicas 100%, aunque aprecio lo práctico que resulta comprar algo específico por internet

¿Recomienda tres tiendas de discos en Europa?


Honest Jon's y Sounds of the Universe en Londres (no puedo escoger una sin la otra), Superfly en Paris porque siempre se encuentran cosas venezolanas y Recordmania en Estocolmo porque siempre tiene precios razonables.



¿Cuál fue tu primer tocadiscos?


El primero que compré con mi dinero fue un Numark TT200

¿En que momento te conviertes en dj?


Casi terminando la universidad en Miami, fui a una noche en Space donde tocaba Paul Van Dyk y desde ese momento quise aprender a mezclar. Comencé primero con cd players porque leí que era más fácil aprender así, luego me pasé a los platos. Mi primer toque oficial fue en un local en Las Mercedes, en Caracas, si mal no recuerdo se llamaba Okupa, por ahí en el año 2003.

¿Algún criterio especial para organizar tu set?


Depende del local, el tipo de público y la hora en la que toco. Siempre me gusta tener un poco de todo, me aburren las sesiones donde se escucha un solo género o estilo musical. Siempre llevo varios discos que se que funcionan bien en algún momento específico de la sesión, pero nunca llevo la misma selección dos veces seguidas. Y siempre pienso cómo me gustaría comenzar y terminar la sesión, me voy haciendo ideas de cómo quiero que sea el viaje antes de comenzar a tocar y a dónde quiero llevar al público.






¿Que músico o banda venezolana crees que se presta más para la pista de baile?


Depende de la pista, pero últimamente Ray Pérez con cualquiera de sus agrupaciones. Los Kenya, Los Calvos nunca fallan,  su música tiene un swing incomparable.

¿Cuál venue piensas tú, que es el mejor para tocar música venezolana en Londres?


Dos de los mejores ya cerraron, el Passing Clouds y Total Refreshment Centre, en el último trajimos a Monsalve y los Forajidos a tocar el verano pasado y llegó la policía a parar la rumba. Otro sitio donde toco regularmente es el Brillant Corners, tiene un equipo de sonido con cornetas Klipshorn en las que todo suena increíble. Justo hace dos semanas toqué algo de Los Kenya y se prendió la pista.

Un top 5 de tus bandas de música venezolana


*Los Kenya 2
*Los Calvos - Estos son los calvos
*Gerry Weil - The Message
*Freddy León y su nueva onda - Con "El burrito" y otros éxitos
*Sexteto Juventud - La Juventud se impone


Una banda contemporánea que recomiendes


Difícil no recomendar a Insólito Universo, con quienes estamos trabajando para sacar su primer álbum en vinil, cd y digital. Es un cuarteto formado por venezolanos residenciados en París, que incluye a la cantante Mafer Ruette, el bajista Raúl Monsalve, Edgar Bonilla Jiménez en los teclados y sintetizadores y Andrés Sequera en la batería. El disco está co-producido por uno de nuestros ídolos, Malcolm Catto, de los Heliocentrics, y creemos que dará mucho de qué hablar tanto con el público venezolano como hispano en general.

¿Tienes conocimiento de qué bandas o productores venezolanos han editado en vinil en los últimos cinco años?


Dentro de la electrónica habrá unos cuantos. Hay un label que se llama Budare que es de unos panas, Moreon y Baffa,  que editan todo en vinil. Supongo que Arca también ha editado en vinil. Y nosotros también ya editamos un 7" (pulgadas) de Monsalve y los Forajidos y otro de Insólito Universo en los últimos dos años.

¿Cómo nace el proyecto Colectivo futuro?


Colectivo futuro inició en el 2006, cuando vivía en Miami, donde estudié la universidad. Ya en esa época había comenzado a poner música en locales y con unos amigos queríamos comenzar a promover nuestros eventos. Nos juntamos con un dj local llamado Nova e hicimos eventos con djs invitados como Derrick May, Stacey Pullen, Dj Stryke y Bryan Zentz, todos djs de techno. En ese entonces también comenzaba a interesarme por el diseño gráfico y el arte, a través de quien es ahora mi esposa. Luego de dejar Miami quise mantener el nombre del colectivo para fundar una página web  en la que pudiera escribir sobre música y arte.

¿Cuál crees que ha sido hasta ahora el trabajo cumbre de colectivo futuro?


En el 2013 organizamos una exhibición que duró toda una noche en Nueva York con artistas locales y luego hicimos otra en el 2014 en Berlín durante un fin de semana. Ambos proyectos los hicimos bajo el nombre de Collective Futures y fueron dos de los momentos en los que nos hemos sentido más realizados durante nuestros 12 años de existencia. Pero creo que, sobretodo, tendría que destacar la salida del primer vinil en nuestro sello Olindo Records en abril del 2017 y que se haya vendido por completo antes de que se acabara el verano.



¿Cuándo nace Olindo Records?


La idea de montar un sello la teníamos desde hace años, pero fue cuando descubrimos la música de Monsalve y los Forajidos en septiembre del 2015 que vino a tocar en Londres, cuando comenzamos a concretar la idea y decidimos sacar un single con dos temas de su disco volumen 2. Yo particularmente me sentí muy orgulloso de ver el buen recibimiento que tuvo el disco con todo tipo de público y poder trabajar con músicos de mi país de nacimiento.

¿Cuántos discos ha editado Olindo Records  y en qué formato?


Hasta la fecha hemos editado dos discos de 7" (pulgadas), el de Forajidos y el single de Insólito Universo. Un LP con cinco temas de Waaju, un quinteto de jazz de Londres, en el que toca la percusión Ernesto Marichales, otro músico venezolano. El siguiente es el álbum de insólito Universo que también saldrá en LP.

¿Cuál es el próximo proyecto de Olindo Records?


Tenemos otro 7" preparado de Isaac Sasson, músico caraqueño con mucho talento y amor por la música tradicional de nuestro país. Después de eso seguiremos trabajando con las bandas que ya hemos editado en el sello para sacar más música. Sobre todo queremos trabajar con Monsalve para comenzar la grabación de lo que sería su próximo álbum.

¿Con qué músicos quisiera trabajar Olindo Records?


Hemos estado siguiendo el trabajo de dos venezolanos aquí en Londres, Joseph Conti, pianista de Telajeta, Caravela, Bahía y muchos otros proyectos con los cuales nos encantaría hacer algo en un futuro cercano. También hemos estado hablando con Baldomero Verdú, percusionista y guitarrista quien tiene bastante material sin editar. En Nueva York También hay unos cuantos a quienes les hemos estado siguiendo el paso, como Juanma Trujillo o Daniel Prim.

¿Dónde se consiguen los discos de Olindo Records?


Directamente en nuestro Bandcamp y en muchas tiendas de discos alrededor del mundo como Sounds of Universe, Rouugh Trade, Recordmanía, Juno, Mr. Bongo, Discos Paradiso, La integral, Independent Grand, Terrestrial Funk, Betinos, Oye Records, Vary, entre muchas otras.

¿Has comprado discos en el puente de la Av. Fuerzas Armadas en Caracas?


Lamentablemente nunca he tenido el gusto, pero me han echado cuentos. Pero hay varios dealers de discos en Venezuela que venden por discogs o e-bay, por ahora son mi mejor fuente de música del país.

¿Empanada de carne mechada o carne molida?


Carne mechada.

¿Güarapa de parchita o de coco?


Parchita.

¿Con quién armarías un dream team ideal de músicos venezolanos para grabar un disco?


Alternaría entre Ray Pérez y Gerry Weil en el piano, Alberto Naranjo en la batería, Nene Quintero y Ernesto Marciales en la percusión, Freddy Roldán en el vibráfono, Raúl Monsalve en el bajo y reviviría al negrito Calaven para que cante.


Escucha a Miguel Colmenares aquí















jueves, 4 de octubre de 2018

Dj Rata: Groove caraqueño en Brooklyn

Dj Rata, a.k.a Javier Roa, es un coleccionista, melómano y dj venezolano con más de diez años radicado en la ciudad de Nueva York, donde difunde la música caribeña en distintos bares y fiestas latinas. Rata, como es conocido en Caracas por su nombre de batalla, pertenece a esa generación de cambio de siglo, influenciados por la vieja escuela y todas las nuevas tendencias que comenzaron a generarse a finales del siglo XX y comienzos del XXI.


Por: Marcel Márquez


Su debut ante unos tocadiscos fue por la puerta grande de la historia underground, en una fiesta apocalíptica de año nuevo inaugurando el siglo XXI, rodeado de los soundsystems más radicales de la escena teknival europea y respirando la estela de arte anarkista que dejaban propuestas de la época, como la de Mutoid Waste Company.

Luego, sus pasantías poniendo a rodar viniles fueron con el colectivo Simpl3, esa propuesta de  inicios del 2000 que regaló a Caracas la esencia del jungle y ese espíritu británico del gueto, donde se fusionaba la electrónica con los ritmos jamaiquinos. Cuando era el turno de Rata, la pista de baile daba un giro de tuercas, se caribeñizaba con ska, salsa y bugalú, para darle una identidad caraqueña total a la rumba.

Recuerdo que durante algún tiempo cambiamos muchos viniles, yo le suministraba ska two tone de ediciones nacionales y él siempre me impresionaba con joyas de drum and bass británicas a las que yo, para aquel entonces, no tenía ningún tipo de acceso en formato vinil. Conservo con especial afecto una edición de Roni Size (Reprezant) resultado de aquellos intercambios.

De Caracas a la Europa de los teknivals, de regreso a las pistas de Simpl3, de ahí a fiestas de la Fania en Nueva York. Que sea el mismo Rata quien nos eche su cuento.



¿Cuál fue la última canción que escuchaste hoy y en qué formato?

Lo nuevo de Natty Bo, el álbum se llama Get on board y el tema fue "Knocking". Muy bueno ese proyecto de Natty Bo,  recrea toda esa onda de los años 50 de Rhythm & Blues antes de que el rock and roll existiera como tal. Lo escuché en Spotify.

Bambú me contó que una vez en un teknival en Europa, después de muchas horas de gabber y tekno extremo, te aventuraste con unos discos de salsa, ¿te acuerdas qué tocaste?


(Risas) Fue un teknival en Barcelona, una fiesta de fin de año del 2000 o 2001. Increíble, muchos soundsystems. Hubo un show de pirotecnia a lo Mad Max de los panas de Mutoid que eran bien famosos en esa época y mucho antes. Eran ingleses que tenían su taller de arte en Italia. Donde Bambú y yo vivimos había obras de ellos abandonadas: el esqueleto de un helicóptero pintado de cebra y uno que otro carro Mad Max.

En esa época me había llevado de Venezuela una pequeña parte de mis discos (ska, reggae y salsa). Llegué a Barcelona desde Italia, en una van con otros panas; atravesamos Francia hasta España robando gasolina de tractores en la ruta que veíamos pagando. Todo eso era nuevo para mí, era una locura y todavía lo veo muy loco. Esa fiesta en Barcelona fue la primera vez que los panas del soundsystem con el que yo estaba viajando me dijeron que pusiera música. Fue como a las 5 o 6 de la tarde del primero de enero y fue muy bien recibido mi set, sobre todo el ska. Esa fiesta duró como siete días y fue 100% ocupada por todos los soundsystems en una zona industrial de Barcelona.

¿Cómo llegaste a Europa en aquella época por primera vez?

Obviamente te acuerdas de Kat y de todos los punkis italianos que estuvieron rumbeando entre raves y Sabana Grande. La segunda vez que esos panas llegaron a Caracas me hice muy amigo de un par de ellos, Billy y Consuelo. Bambú, por su lado, se hizo pana de Natalia. Esa segunda vez que vinieron se quedaron como dos meses en Caracas y vacilamos mucho con ellos. Cuando se regresaron a Italia Bambú quedó enamorado de Natalia y yo me quedé con las ganas de joder, viajar, experimentar y conocer algo nuevo, entonces decidimos irnos para allá y coincidir con ellos en Italia.

Llegué en verano, época cuando en el norte de Italia (a donde fui) está mas desolado. La gente se va al sur buscando la playa y la ciudad de Milán queda completamente vacía, muy aburrida. Al segundo día me conseguí con Bambú que ya tenía como un mes allá y un tipo que vivía en el squad donde vivía Natalia nos invitó a viajar en su camión para Francia a un teknival. Fue increíble, tres días hasta que llegó la policía por helicóptero y por tierra a desalojar a todo el mundo, la rumba era en un terreno ocupado.

¿Viviste en muchos squads?

Solamente viví en ese en Italia, donde también vivían Kat, Natalia, gente de la Olstad Soundsystem, Spiral Tribe y Okupe. Era un terreno bastante grande a las afueras de la ciudad de Milán, pero al mismo tiempo bastante cerca. Era como una granja abandonada, Kat tenía dos caballos y un pony. Era un squad más tekno y rave, después había otro que se llamaba Caccina Bestia que era más punk, donde vivían Billy y Consuelo.

¿En qué países fuiste a teknivals en esa época?

En Italia a muchos, Francia, España y Portugal

¿Crees que en Caracas se entendió el espíritu teknival?

Difícil pregunta. Hubo un momento que sí, porque se invitaban distintos crews para que tocaran en las mismas fiestas. Igual nuestra escena estaba en pañales y era bastante pequeña, los europeos llevaban haciendo eso por años, muy difícil compararnos.



¿Dónde fue la primera fiesta del colectivo Simpl3 y cómo se les ocurre?

Soy segunda generación de Simpl3, llegué al colectivo en el 2002 y ellos venían trabajando desde hace un par de años antes. No fui a la primera, pero si no me equivoco la hicieron el mismo día que hubo un rave en el Country Club y lo allanó la policía. Igual esa pregunta pueden responderlas mejor Alex, Wyz, Junior y Simón, que fueron fundadores.

¿Comenzaste a mezclar con Simpl3 o ya mezclabas desde antes?

Comencé en Italia y en Caracas con Simpl3, pero Simpl3 fue mi inspiración y mi influencia. Siempre me gustó la música, pero nunca aprendí a tocar un instrumento, así que escogí los discos. Ya había estado como público en fiestas de Simpl3 antes de ir a Europa y dije "Esto es lo que quiero hacer".

¿Te sentías el raro del colectivo por el género que mezclabas?

(Risas) No, para nada, me parecía brutal que integraran a alguien que tocara ska y reggae, tenía sentido. Es parte del estilo junglist de Inglaterra, que era la principal influencia del colectivo. Música jamaiquina y drum & bass van de la mano.

¿Qué te conquistó primero el ska, el punk o la salsa?

(Risas) Tú mismo te respondiste la pregunta, en ese orden. El ska fue el género que abrió todas las puertas de todos los demás géneros para mí.



¿Cuándo comienzas a coleccionar viniles?

En el 2000 comenzaron mis visitas al puente de la Av. Fuerzas Armadas, donde compraba música latina. Posteriormente, compraba cuando estaba fuera de Venezuela o encargaba discos a panas que viajaban al exterior.

¿Cuál fue tu primer vinil?

Nirvana, Nevermind

¿A cuanto asciende tu colección de discos actualmente?


Alrededor de unos 2000 de 7"(45) y 400 de 12" (Lps)

Nombra tres viniles preciados que estuviste esperando durante años y te costó conseguir

*Byron Lee, Bata Cha Cha. Es un disco raro de cha cha cha de Byron Lee.
*Willie Colón, The Hustler, un 7" que aprecio mucho también.
*Skatalites, Ska a la parisienne.






¿Cómo organizas tu set de dj?


Hoy en día que soy tan melómano sencillamente llevo de todo un poco. Normalmente cargo conmigo mis gigs, un case con 200 de 7" (45). A veces también añado 10 Lps cuando toco solo para dejar un disco rodando cuando tengo que ir al baño.

¿Cómo llegas a Nueva York?

Llego despechado y deprimido. Mi plan original era hacer unos cursos de serigrafia que nunca hice porque eran muy caros y no sabía si realmente ese iba a ser mi futuro. En principio me venía con El Hase, dj Castor, pero se me complicó la cosa y llegué un mes después. El Hase ya estaba instalado y me consiguió un trabajo dando clases de natación a través de unas amigas venezolanas. Esa era la época de Myspace y por ahí hice muchos contactos musicales desde Venezuela ante de llegar a Nueva York.




Nómbrame tres tiendas de discos que debería visitar cuando vaya a Nueva York

*A1: Tiene muy buena selección de discos originales de música latina y caribeña (salsa, mambo, calipso, brasilera).
*Human head en Brooklin
*Moodies en el Bronx para reggae

¿Cuál fue el último disco que llegó a tus manos?

Un 7" (45) de Tito Puente con el tema "El rey del timbal", la semana pasada que visité A1.

Tienes amistad con músicos de las bandas de ska como The Slackers y Scofflaws, ¿cómo surgen esos contactos?

De los Scofflaws soy amigo de Victor Rice que vive en Sao Paulo, Mike Drance y Buford O'Sullivan. Los contactos surgen de la escena misma. Victor Rice solía pasar por nuestra fiesta de reggae "Move your Mule" cuando venía de visita a Nueva York, Mike y Buford también. Todos nos conocemos porque somos parte de una misma escena y la rumba. The Slackers son muy buenos amigos, el guitarrista de The Slackers Agent Jay fue mi compañero de apartamento por tres años y la primera persona que contacté para tocar en Nueva York. También es fundador de las fiestas "Move your Mule" y "Crazy Ballheads". 


Dj Rata y Vic Ruggiero (Cantante y tecladista de The Slackers)

¿Cómo fueron esas fiestas de la Fania donde mezclaste y quién fue la flecha para llegar hasta ellos?

Eso fue a través de Sergio, El Hase. Él estaba abriendo su restaurante de perros calientes y hamburguesas Santa Salsa. Conoció a dj Christian Mártir que estaba trabajando con La Fania en ese momento y de ahí nacieron esas fiestas. El pana Cheo, ex Amigos Invisibles y ahora Locobeach, también mezcló en esas fiestas. 

¿Cómo conociste a Joe Batan y qué conversaste con él?

Joe Batan es panísima, él toca todos los veranos en un sitio que se llama Union Pool. Es gratis, ameno, sin tarima ni seguridad, bastante íntimo. No conversamos mucho, siempre hay un montón de gente que quiere tomarse fotos con él. Queda impresionado cada vez que le llevo un disco para que me lo firme, él se imaginará que ya nadie compra esa vaina (risas). Me ha firmado todos los 7"(45) que tengo de él. Muy buena onda. La primera vez que lo conocí hablamos del Palladium y del Mambo, ese día también conocí a Larry Harllow.

Dj Rata y Joe Batan

Dj Rata y Larry Harllow
¿Qué formato de vinil prefieres 7", 10" o 12"?

7" es compacto, suena mejor, pesa menos y es más bonito, pero no discrimino. Un buen álbum es un buen álbum, hace un par de años comencé a coleccionar 78rpm, esos sí suenan mejor que nada cuando están en buen estado. Pero si tengo que escoger me quedo con 7".

¿Anís cartujo, Jägermeister o Jack Daniels?

Anís Cartujo mil veces.

¿Pabellón con baranda o pabellón marino?

Marino, soy medio oriental, viajé mucho a Anzoátegui de chamo.

¿Margarita o Choroní?

Choroní, no voy a Margarita desde que era niño. Mi memoria lo que recuerda es un centro comercial en una isla.

¿A quién deberíamos etiquetar en este post? Alguien que tengas tiempo sin ver y quieras saludar por medio de esta entrevista.

A todos los panas, Alex, Bambú, Ana, Sergio, Alex Figueira, a títiri mundachi.

Bueno, mi pana, hemos llegado al final. Gracias por el tiempo. Encantado de leer esos cuentos y ser el puente para que lleguen a Raquel y todo aquél.

Gracias a tí.

Escucha a Dj Rata aquí



P.D: Si te gustó dale pulgar arriba haciendo clik aquí en el fanpage y te enteras de los próximos trabajos


sábado, 15 de septiembre de 2018

Dj Anacaona: La corte india en los tocadiscos



La artillería estaba pesada, seis cervezas de 473 ml heladas en la nevera y "Un día bonito", de Eddie Palmieri, sonando en los audífonos, empujaron el ímpetu de concretar una idea que orbitaba en mi cabeza desde días atrás: entrevistar a Dj Anacaona. Después de saludarnos, Ana me recordó que era lunes en Alemania, asumí que en Brasil también; intentaba recuperar mi memoria que se había quedado en la noche del sábado, con destellos de la madrugada del domingo. Hay temporadas en las que la vida de un dj transcurre en el borderline del sueño y la vigilia, lo onírico y lo real se fusionan en un estado de lucidez permanente, activador de impulsos creativos. Mientras Ana organizaba su agenda de la semana, me recibió muy hospitalaria en la casilla del chat: "¿Qué más, Marcel? Todo fino por aquí, disfrutando de la ola calorífica que azota las europas. ¿Por allá qué?"

Con los primeros destellos de luz de una mañana tropical entrando por mi ventana, comencé a ponerme al día con Ana. Sacamos la cuenta y la última vez que nos vimos fue hace más de 15 años en Caracas, en el Centro Comercial El Recreo específicamente, desde entonces no hablamos más nunca hasta ese momento. Activadas las alertas de la memoria, comenzaron a surgir los recuerdos de lugares, fiestas y amigos que coincidieron en nuestras vidas. Tierra de nadie, la Plaza de los Museos, Plaza las Américas, los raves, Bambú, Rata, Simpl3, el drum and bass, Julie Delorme y dj Kat, fue un cocktail virtual enteógeno, que nos montó en el delorean caribeño de una generación de finales de siglo.

"¿Te acuerdas de Kat? la jeva esta suiza de Spiral Tribe", soltó Ana cuando yo estaba escribiendo la misma pregunta. La sintonía era total, las puertas de la percepción estaban abiertas al atlántico, viajando de un continente a otro. Dj Kat es una chica que llegó a Caracas en el año 99 o 2000, si mal no recuerdo, con una banda de desadaptados capaces de hacer turismo a las tres de la madrugada en Pintosalina, llevando encima una galería móvil que exponía piercings y tatuajes en cualquier parte del cuerpo que tuviera piel. Kat fue de gran inspiración para todxs a los que nos aburrían las fiestas monotemáticas de eternos sets de house, techno o psychodelic trance. Un set de Kat podía comenzar con dub, pasar a drum and bass, en el medio un set de punk hardcore californiano de los 80, después hip hop gangsta y cerrar con un break core para pararle los pelos a cualquiera. Todo esto mezclado con una pericia impresionante, unas mezclas impecables y con su compañera siempre en el hombro, una rata llamada Lina. Yo decidí ser dj después de ver a Kat mezclando.

Ana vive en Berlín, donde organiza fiestas de salsa brava junto a su partner Dj Lionza. Encontraron un nicho que todavía no estaba cubierto por la comunidad latina, que se estaba enfocando únicamente en la cumbia y el tropical bass, dejando la salsa por fuera. Poco a poco están agrupando una comunidad latina y bohemia de bailadores, que buscan un espacio distinto que los transporte al Caribe por una noche, con mucho ron y mucha música. Que comience la rumba y que Anacaona nos eche su cuento.



¿Corre sangre india por tus venas?

De raíz, por parte de mi mamá. Todo muy mezclado, mi abuela viene de San José de Barlovento, pueblo afrovenezolano. Pero en mi familia abunda el pelo indio.

Vi una hermosa ilustración tuya de María Lionza, ¿cómo entra en tu vida la reina de Sorte?

Todo comenzó con un tatuaje y la necesidad de llevar en mi cuerpo una representación de la cultura venezolana. Escogí a María Lionza por ser una figura que estoy viendo desde muy pequeña. Cuando pasaba por la autopista en Caracas y veía su estatua, le preguntaba a mamá quién era y qué llevaba en las manos. Más adelante, estando mayor, investigué sobre su historia y decidí tatuármela. Desde entonces, la llevo como un amuleto, me la hizo una amiga muy especial que con el pasar del tiempo se convirtió en mi hermana. En mi casa María Lionza tiene su altar y todos los días le pongo flores frescas, ron con agua de coco, ramitas de romero y canela, le prendo sus velitas y le rezo, ella me cuida.

En tus fotos he visto aparecer la imagen de la diosa del panteón hindú Kali, ¿forma parte también de tus influencias?

Si, Kali forma parte de mi ensalada de dogmas. La negra, esa diosa impulsada por la justicia, aparece para destruir todo lo obsoleto, lo negativo, los patrones con carencia de sentido común, para darle paso a todo lo que suma, a lo que evoluciona y crece de manera responsable en armonía con el universo. Kali me acompaña desde hace unos cuantos años.

¿Esta poderosa trinidad de mujeres espirituales y guerreras influyen de qué manera en tus procesos creativos y cotidianos?

Me ayudan a canalizar y darle forma a una versión madura de mi persona. Son las que, de alguna manera, me han inspirado a darle forma a todo lo que hago actualmente, a pensar y aprender, a conectar los pensamientos con la realidad.


¿Recuerdas tu primer contacto con la música?

Claro. Mi padre sentado en frente del tocadiscos cada noche poniendo música al llegar del trabajo. También recuerdo a papá enseñándome a poner los discos.

¿Cuándo fue tu primer contacto con un disco? ¿Recuerdas cuál fue?

Yo nací con mi colección de discos de Los Beatles. Uno de Popy y Timbiriche.

¿Y el primer disco que consideraste tuyo, comprado y escogido por ti?

Nirvana, Nevermind, a los 11 años.

¿Cuáles fueron tus primeras influencias musicales? ¿Que música preferías cuando eras adolescente?

Me encantaba escuchar soul, cualquier cosa de la Motown Records. Las Supremas, Marvin Gaye, The Temptations. Algo que me marcó mucho fue cuando escuché por primera vez Skatalites y The Specials en la radio, fue un descubrimiento brutal. El ska marcó muchísimo mis comienzos con la música, llegó justo en ese momento que empiezas a descubrir y escoger tu música.

¿Cómo era tu entorno musical de entonces, a qué fiestas y conciertos ibas?

Intercolegiales de nuevas bandas, verbenas. Recuerdo que Desorden Público tocaba mucho en estos eventos. Y luego las escapadas con cédulas falsas a Espacio y La República de Rokatanga a ver bandas como Súper Glicerina y Fauna Crepuscular, bandas que ya eran un rollo más alternativo. También me debatía en la tormenta de las fiestas bailables de mis primos mayores, donde se escuchaba Proyecto 1, Jerry Rivera, Lisa M y Diveana. Con mis amigas del colegio éramos las raritas, empezamos a escuchar bandas como Tool, Samashing Pumpkins, Cypress Hill, Portishead, Radiohead y hasta Pantera...

¿Quién o quiénes fueron tus influencias para convertirte en dj?

Primero fue papá. Luego vinieron las fiestas electrónicas, donde realmente empecé a relacionarme y tener contacto con personas que eran djs, con Julie Delorme me derretía viéndola tocar. Yo entre en esa escena al salir del colegio. Y bueno con Gigi, mi otra Lionza, que un día me jaló las orejas y me dijo "Busca los discos de tu papá y vente a tocar conmigo ¿Qué esperas? Tienes muy buen gusto para la música".

¿Qué estilo de música comenzaste a coleccionar y con cuál comenzaste a mezclar?

Salsa. Y sigo ahí, no tiene fin, es interminable. Salsa con vinilos, pero en realidad colecciono música desde pequeña en cds. Tenía dos colecciones de casi todos los de Bob Marley y todos los de Pink Floyd, aún conservo algunos de esa época.



¿Dónde compras los viniles? Te gusta hacer el trabajo casi antropológico de escarbar lotes inmensos de viniles o vas directo a internet?

En realidad me encantaría escarbar un poco más, pero en Alemania es difícil conseguir el género que me interesa. Igual nunca pelo la oportunidad, en cualquier parte del mundo donde esté, de meterme en una tienda de discos y ver que hay, me encanta. Cuando voy de viaje entro a mirar a todos los mercadillos donde vea una caja de discos, uno nunca sabe dónde puede encontrar el disco de su vida.

¿Cuál es tu tienda favorita de discos?

Personal Dealer en Nueva York. Me llevó mi amigo Javier (Rata) y me llevó a otras que eran una gozada. Pero me gusta más el rollo trapicheo.

¿Alguna ceremonia especial para comprar discos?

Llevar plata en los bolsillos e ir lista para encapricharme. 

¿Cual es el disco que te va a acompañar de por vida vayas a donde vayas?

Un disco de Bola de Nieve de mi abuela, y dos discos de Cuban Latin Jazz Sessions que eran de papá y primero de mi abuelo antes de salir de Cuba. Esos tres son patrimonio familiar y los uso en cada set que toco.

¿Crees que hay suficiente participación femenina detrás de los tocadiscos y el coleccionismo de viniles?

Cada vez más, pero se podría abrir un poco más el espectro, pero eso va a suceder como ha ocurrido con la mayoría de los oficios en los que predomina el género masculino. Como tatuadora también lo vivo.

Un top 5 de tus discos favoritos.

1. Pantera - A vulgar Display of Power.
2. Héctor Lavoe - El Sabio.
3. Beastie Boys - Ill Comunication.
4. Skatalites - Ska Foundation.
5. Ray Barreto - El Criollo.

¿Cuáles son las joyas de música venezolana difíciles de conseguir en tu colección?

Gran Sabana, de Miguel Noya; un single de Joselo Díaz; un single de Kiko Mendive con la orquesta casablanca y Federico Betancourt y su combo latino.

¿Un disco para el despecho?

Boleros. Los boleros de Cheo Feliciano son algo exquisito. Pero también me pongo más gótica en estos casos y hay un disco de una banda alemana de Colonia, que son relativamente nuevos, pero con un sonido muy postpunk de los 80. La banda se llama Pink Turns Blue y el disco If Two World Kiss, y los escucho mucho en invierno para entrar en sintonía o quedarme en parálisis permanente.

¿Y un disco para subir los ánimos?

Cinematic Orchestra, every day.



¿Hay algún instrumento que disfrutes con especial atención cuando escuchas música?

Me encantan las congas y bongós, la percusión en general. De los metales, el trombón. Y el vibráfono y el xilófono me hacen vibrar a las alturas.

¿Nómbrame algunas portadas de discos que sean especiales para ti?

Bad Brains/Bad Brains, Pink Floyd/Ummaguma y todas las portadas de Willie Colón y Héctor Lavoe.

¿Cuál fue el último disco que llegó a tus manos?

El single de Anabalina de Las Grecas.

¿Cómo organizas tu set?

Sé con qué empiezo, pero nunca cómo acabo, todo depende de la gente. Cuando mezclo en fiestas pocas veces preparo un set, a menos que sea algo muy específico. Trato de mantener armonía entre los temas, sin perder nunca la variedad, un balance.

¿Ciudades en las que has mezclado y en las que sueñas con tocar un set?

De momento solo he estado en Berlín, tengo apenas dos años mezclando. Técnicamente me falta mucho que aprender, pero ahí voy. A donde me lleven me enrumbo, donde sea que toque con panas y la gente baile.

¿Por donde anda tu investigación en este momento?

Roots. Todo lo que venga de la raíz y tenga influencia en la música afrocaribeña. Por mi descendencia cubana, me gusta conocer mucho sobre el guaguancó, la guaracha y los cantos orishas. Por el lado venezolano, tengo un crush con el sonido y el contenido social de la salsa venezolana, definitivamente creada en la calle, y con un sonido tan pesado que hasta los más grandes han querido imitar. Quiero meterme también en el calipso del Callao, que poco suena por ahí.

¿Un dj y un coleccionista actual en el que tengas puesta tu atención y te interese su trabajo?

Amo a Quantic, me ha inspirado mucho.


Al ritmo de la piel y la tinta de Ana Pantera

¿Cuál es el tatuaje que falta en tu cuerpo?

Tengo los que quiero, pero queda piel. Tengo pendiente un Kitsune de la mitología japonesa, se representa como un zorro al que le van saliendo colas, a medida que va adquiriendo sabiduría, hasta nueve colas.

¿Cual te gustaría hacer y no has hecho?

Tengo 16 años tatuando,  he hecho de todo y probado casi todo lo que he creído que puede funcionar. Pero es ahora mismo cuando he conseguido formar un estilo. Nunca se para de aprender, pero si es verdad que baja el ritmo un poco cuando se llevan muchos años. Me falta tatuar un pene, no el dibujo, sino la parte del cuerpo. He tatuado chochos, pero no penes.

¿Puedes definir tu estilo de tatoo?

Old school tuneado, old school stoner level.

¿Siempre has dibujado?

Si, desde que tengo uso de conciencia.

¿Qué motivos relacionados con la música has tatuado?

Un título de un disco y la oveja negra de Minor treaht; Milo, el muñequito de The Descendents; Celia Cruz, un Frankestein tocando contrabajo...

¿Qué te gusta escuchar cuando tatuas?

De todo, como pille el día. Hoy empecé con Tony Braxton y acabé con Perucho Torcat.



¿Tu playa en Venezuela?

Chichiriviche de la Costa. Desde pequeña fui con mis tíos y primos. Para mí son recuerdos muy lindos, travesuras de niños, tambores en la playa, mis primeras borracheras.

¿Tu lugar preferido en Caracas?

Tierra de nadie a las seis de la tarde en la UCV, con el escándalo de las guacamayas.

¿Tu fiesta inolvidable en Caracas?

Unity. A Patanemo no me dejaron ir.

¿Cuba libre o Mojito?

Ron puro con hielo. Al ron no lo debe tocar la coca-cola ni nada.

¿Empanada de cazón o guacuco?

Aaaahhh, me estas rompiendo el corazón, chamo. Cazón, hoy justamente me estaba acordando del pastel de chucho que hacía mamá.

¿Cómo se dice cazón en alemán?

Ni idea, hoy hablaba de eso porque quería mostrar de qué era el pastel que hacía mamá

¿A quién deberíamos etiquetar en este post? ¿Alguien que tengas tiempo sin ver y quieras saludar por medio de esta entrevista?

A Bambú, Miguel Gil, Isabel Rojas y Javier Roa.

Bueno, hemos llegado al final, por ahora...

Coñoooo, fino Marcel, me sorprende el interés y lo agradezco. Me parece una iniciativa muy linda que decidas registrar a este poco de locos que andamos por ahí regados haciendo lo que sea para no perder la identidad y mantener algo lindo de la cultura y de donde venimos.

Así terminó el comienzo de una red de conexiones con toda una generación que vivió el cambio de siglo cerca de mí. Vayan preparando su mejor repertorio porque probablemente algunos de ustedes será el próximo que ayude a reconstruir esos momentos con música y recuerdos. La rumba virtual siguió entrada la mañana del lunes, mi interacción proactiva en distintos posts de Facebook motivó a una amiga a hacer un llamado público: "Por favor, alguien que le dé una manzanilla a Marcel". Yo todavía en el borderline entre sueño y vigilia atendí a su emotiva demostración de afecto y monté una ollita con agua en la hornilla. 




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miércoles, 12 de septiembre de 2018


Diez uppercuts de Miles Davis (III)

Texto y mixtape: Marcel Márquez

A mi hijo Matías Márquez



3. Sketches of Spain (1960)


Al momento de concebir Sketches of Spain como proyecto en 1959, Miles Davis ya venía de una sociedad creativa con Gil Evans, con quien años antes había trabajado en dos producciones orquestales dirigidas por el músico canadiense. Una vez más, el trompetista daba un giro creativo a su carrera desconcertando a músicos, críticos y público en  general de la escena del jazz. Estando de gira con su sexteto, llegó a sus manos una grabación del "Concierto de Aranjuez" escrita por el compositor español Joaquin Rodrigo. Luego de escucharla varias veces, no logró sacar la música de su cabeza y compartió su nuevo descubrimiento con Gil Evans. A partir de la obra del compositor español abordaron la nueva producción, profundizando con investigaciones en la biblioteca sobre música española y tomando también extractos de la obra de Manuel de Falla para ser rescrita y reinterpretada.

El Concierto de Aranjuez es una obra clásica escrita para guitarra y orquesta, por el compositor Joaquin Rodrigo en el año 1939. Esta pieza se convierte en el motivo principal de inspiración y el punto de partida para Sketche of Spain, llevando la obra a nuevos horizontes en la composición y la dirección. Miles Davis y Gil Evans conformaron una orquesta de más de 20 músicos, en la que los metales y los instrumentos de viento ocuparon la mayor parte de la formación, acompañados de piano, percusión, batería y contrabajo.

Es en este disco donde la presencia de Teo Macero comienza a comprometerse con el resultado final después de la grabación y en el proceso de mezcla. Luego de 15 sesiones y 45 horas de grabación, el productor tardó seis meses editando y ordenando las pistas en el álbum. Con este disco Miles Davis cerraba una década, una trilogía de discos orquestales con Gil Evans y se aventuraba a nuevos rumbos para seguir dando giros creativos importantes a la historia de la música.




2. Kind of Blue (1959)


A comienzos del mes de marzo de 1959, Miles Davis entró a los estudios de grabación de Columbia Records, donde convocó a su última formación conformada por un sexteto, agregando a un nuevo pianista que finalmente grabó un solo tema. El trompetista estaba listo para germinar la semilla de un álbum que cambió la historia del jazz, convirtiéndose en el disco más vendido de su carrera y el más vendido del género por mucho tiempo. Influenciado por el trabajo académico del pianista George Russell, quien publicó un tratado titulado Lydian Chromatic Concept of Tonal Organization, Miles Davis inmediatamente se identificó con su teoría que mostraba alternativas novedosas a la composición y la improvisación. El trompetista siempre inquieto y en la búsqueda constante de lo nuevo, emprendió un viaje musical que lo condujo al jazz modal.

El trompetista siempre jugando con la magia del momento, nunca ensayó ninguna de las piezas que se grabaron y en el estudio entregó a cada uno de sus músicos una hoja con un bosquejo de la idea que tenía en mente. A partir de ese momento surgió la alquimia musical entre Miles Davis (trompeta), John Coltrane (saxofón tenor), Cannonball Adderley (saxofón alto), Bill Evans (piano), Paul Chambers (contrabajo) y Jimmy Cobb (batería). El nuevo pianista que había convocado el trompetista, el jamaiquino Wynton Kelly, alcanzó a grabar solo el tema Freddy Freeloader.

So What es la pieza con que inicia el disco, el piano y el contrabajo abren la introducción al tema, luego de un breve solo de contrabajo se incorpora una batería muy sutil y la trompeta de Miles acompañada por unos suaves acordes de saxo. Luego de una breve nota de Miles en la trompeta, un súbito golpe de platillo divide el umbral entre el intro y el desarrollo del tema que comienza con un solo de Miles Davis. Ese golpe de platillo fue un accidente del baterísta, quien aplicó más intensidad y fuerza a las baquetas, generándole insatisfacción y solicitando repetir la toma. El resto de la banda había quedado realmente satisfecha con el accidente asumiéndolo como una acentuación que le daba empuje a la pieza. El tema sigue con un solo de John Coltrane y luego Cannonball Adderley, para volver a la base rítmica y terminar con Miles de nuevo acompañado por los dos saxos.

Kind of Blue es un disco totalmente acústico, en el que cada sonido ocupa su justo lugar, siendo muy agradable percibir cada instrumento sin mucho esfuerzo, inclusive cuando suenan los tres metales juntos. Cada sonido puede sentirse dentro de una atmósfera muy limpia, un aire muy cálido y muy orgánico. Es un disco para escucharlo con audífonos y sentir hasta el último detalle, pero también para incluirlo al espacio, percibiendo como cada nota y cada melodía va tomando su lugar en el sitio donde se escuche.




1. Round About Midnight (1956)

Un disco que marcó una época de transición importante en la carrera de Miles Davis. A partir de aquel momento firmaba contrato con Columbia Records para despedirse de Prestige, su anterior casa discográfica. Al momento de ser convocado por Columbia, el contrato con Prestige Records seguía vigente, pero lograron llegar a un acuerdo en el que, se comprometían a comenzar a grabar, publicando el material cuando se venciera el contrato con el antiguo sello. Además del cambio a Columbia Miles venía saliendo de unos años llenos de oscuridad a causa de su adicción a la heroína, comenzando una etapa totalmente limpio y revitalizado. Para esta producción formó un quinteto en el que lo acompañaba la otra leyenda del jazz John Coltrane en el saxofón, Red Garland (Piano), Paul Chambers (Bajo) y Philly Joe Jones (Batería).

Round About Midnight conserva el espíritu del jazz de la época, un quinteto acústico ejecutando estándares de jazz, en los que prevalecen el be bop y el hard bop, este último estilo, en pleno desarrollo por el trompetista y los músicos de su entorno. El primer tema es "Round Midnight", original de Thelonius Monk, a quien Miles Davis acompañó en el Newport Jazz Festival de 1955, donde ejecutó un solo fuera de serie, que enseguida captó la atención de los ejecutivos de Columbia que se encontraban entre el público. "Round Midnight" tiene el sonido de una balada clásica de jazz, con una ejecución impecable por parte de cada uno de los músicos y con la trompeta llevando la conducción en un solo, que se lleva casi la mitad del tema, con breves texturas dibujadas por el saxo de Coltrane. Luego del prolongado solo de trompeta, el tema da un giro de 180 grados para recibir el solo de John Coltrane llevando la pieza a un climax inesperado. El disco se compuso de seis temas para su versión original del año 1956, con dos reediciones en el 2001 y 2005, en las que se agregaron bonus tracks que nunca fueron publicados y la versión de "Round Midnight" del Newport Jazz Festival de 1955, interpretada junto a Thelonius Monk.

Aquí termina esta lista mínima que se queda corta, ante la vasta discografía del trompetista legendario que supera los 50 discos en estudio, más otras varias decenas de discos en vivo, box sets y reediciones; sin contar botlegs y discos piratas. Miles Davis murió en su propia ley, de un infarto a los 65 años, discutiendo con unos enfermeros que por órdenes médicas, se disponían a conectarle un tubo respirador para aliviar sus afecciones pulmonares. El 28 de septiembre se cumplen 27 años de su despegue de este plano terrenal, a dimensiones cósmicas donde la música será eterna.




Play aquí: 10 uppercuts de Miles Davis (III)