martes, 17 de septiembre de 2019

Orestes Gómez: Una máquina creativa de la percusión




Por: Marcel Márquez 

La misma semana en la que el baterista y percusionista venezolano Orestes Gomez, estaba recibiendo cuatro nominaciones a los Premios Pepsi Music 2019 y un día antes del lanzamiento de su nuevo video, Chimú, Fuerza Cósmica Cari Cari hizo un contacto con el artista desde Sao Paulo hasta Ciudad de México para tener una muy agradable y enriquecedora conversa.


Un tren sin frenos de workaholic music. En una semana le pierdes la pista porque aparece con un proyecto nuevo, nuevos músicos, nuevas ideas y todo funcionando paralelamente con los anteriores. Una máquina creativa que no se detiene. Si sigues sus redes puedes encontrarte en los feeds de la mañana el preview de un tema que estuvo componiendo a las 4:25 de la madrugada. Su debut discográfico fue con la magistral obra Experiencia Curiara, un disco que explora a profundidad la percusión afrovenezolana con distintos instrumentos. 


Luego de su despegue dentro de la industria musical, se trasladó a Ciudad de México, donde actualmente tiene su base de operaciones, y alterna su trabajo individual con proyectos como Pasticho, Paga y Trill. A finales de mayo regresó de una pequeña gira que lo llevó a varias ciudades de Europa y en el mes de junio participó en dos festivales de jazz mexicanos.



¿Cuál fue el último tema que escuchaste antes de esta entrevista?

Thug Tears - JPEGMafia. El beat es increíble y estoy súper pegado con la sonoridad de ese disco.

¿Dónde está la brújula de tu investigación musical en este momento?

Música latinoamericana con muchos experimentos sonoros modernos como el trap y el hiphop.

¿Qué otros instrumentos exploras además de la batería y la percusión afrovenezolana?

Varios instrumentos de percusión de toda Latinoamérica y un poco de bajo. Ando muy metido en la parte de producción, mezcla y máster y, a través de Maschine -hardware de producción musical-, yo mismo compongo y diseño todos los instrumentos sin necesidad de tocarlos, todo a través de diseño midi y plugins.

¿Con qué instrumentos te introduces en la música y a qué edad?

Comencé a los tres años con la percusión afrovenezolana y afrocubana. Mi papá era percusionista y desde pequeño me enseñó.

Haz un recuento de tu proceso formativo, ¿quiénes fueron tus maestros?

Primero, mi papá, "Peribeco", a los tres años me enseñó percusión afrovenezolana. Luego, entré a la Orquesta Infantil del estado Táchira a los seis años y vi clases de percusión clásica con Cheo Cárdenas en San Cristóbal. Después, me mudé a Caracas a los 17 años y entré al Conservatorio Simón Bolívar, donde vi clases de percusión cubana con Patricio "El Chino" Díaz. En todo ese trayecto iba estudiando batería solo. Luego me mudé a México y me enfoqué en la producción, aprendiendo mucho por Youtube y escuchando música.




¿Tu carrera profesional comienza con McKlopedia? ¿En qué año?

No sé qué define profesional, pero desde antes venía haciendo cosas grandes. Creo que comienza en mi primer viaje a Caracas con la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela, tenía como 14 o 15 años. Los directores eran Simón Rattle y Gustavo Dudamel.

¿Cómo fue esa transición de tocar en una banda pop a un trabajo de investigación como solista en Experiencia Curiara?

No lo veo como una transición, en realidad Experiencia Curiara era un disco que quería hacer desde muy pequeño, quería que mi primer disco fuera eso. Luego del fallecimiento de mi papá, me tomé muy en serio esto de homenajearlo de cierta forma. Tocaba con artistas de pop, reggaeton y hip hop, por las giras y el dinero, pero en realidad lo que más me llena como músico es lo venezolano.

Luego de Experiencia Curiara, ¿cuáles son los proyectos siguientes?

Ya estoy trabajando en mi segundo disco, es una continuación del folklore venezolano pero con más experimentos sonoros. Un concepto muy personal y que está evolucionando poco a poco. Ya lancé cuatro sencillos, "Mala Maña", "Parque Central", "Naua" y "Chimú", que sale mañana viernes (06/11/2019).

¿Cuántos discos grabados de proyectos propios y como invitado llevas hasta el momento?

Con mi proyecto solista "Orestes Gómez" tengo solo uno y estoy trabajando en el segundo. Paralelo a eso tengo otros proyectos propios pero colaborativos, como Paga, que llevamos un disco y un EP. Otro es Pasticho, que llevamos un EP y pronto sale otro álbum de Trill que es otro de mis proyectos.

Si los juntamos serian dos EP, dos discos listos y dos por salir.

¿Has editado tu música en vinil?

No, aún no. Quisiera que fuera Experiencia Curiara, sería increíble.




¿Al momento de formar Paga y Pasticho qué sonido estaban buscando sus integrantes?

Paga se formó para poder tocar música que nos permitiera mostrar las cosas más difíciles que estudiamos. Un proyecto para tocar cosas rápidas y complicadas.

Pasticho se formó para poner a bailar a la gente desde el funky, visto desde power trío. No buscamos una sonoridad, sino que nos dejamos llevar con el sonido de cada uno y fue fluyendo.

En los videos de Orestes Gómez se percibe un alto nivel de producción audiovisual. ¿Cuál es tu nivel de participación en estos procesos creativos?

Sí, total. Algunos videos como "Parque Central" y "Chimú" -que sale mañana- los hice yo. Otros, como "Naua" o "Live at Tihuatlan", los hice con varios amigos muy monstruos en el área audiovisual. Soy muy cuidadoso con eso y trato de mantener un concepto, siento que ahorita todo es audiovisual y no sirve de nada tener una gran canción con un mal video, ni viceversa.

¿Cómo y en qué momento llegan los patrocinios de marcas de instrumentos musicales y controladores?

Mi primer patrocinio fue de Bosphorus Cymbals, una marca de platos de Turquía, justo antes de irme de gira por Europa, hace siete años. Me apoyaron mucho en ese momento y aún lo hacen. Luego fueron llegando otros más de batería, los conectaba en mis viajes a Los Ángeles. Últimamente firmé con Native Instruments y Roland gracias a los videos que hago en Instagram.

Nombra algunas referencias de beatmakers que te inspiren

J Dilla - Kanye - Stlndrms - Knxwledge.

¿Has pensado en la posibilidad de grabar un disco solo electrónico?

Si, creo que mi cuarto disco solista. Quiero cerrar ciclos antes de llegar a eso.




¿Cuántos países has visitado como músico hasta el momento?

Como 17  o 18.

Nombra algunos festivales internacionales en los que has participado.

Aquí van unos: Festival Accidente Colectivo (México), Plug Music Festival (Estados Unidos), Festival Vive Latino (México), Festival Pal Norte (México), Festival Zapalm (México), Festival Luces de Invierno (México), Festival de Jazz Córdoba (México), Festival de Música Contemporánea Nayarit (México), Festival Latinoamérica en Concierto (Colombia), Festival Latinoamérica en Concierto (Argentina), International Saxophone Week Esmae (Portugal), Kursaal Congress (Suiza), World Music Contest (Holanda), Band International Music Competition (España).


¿Cuántas nominaciones tienes en los premios Pepsi Music 2019  en Venezuela?

Tengo cuatro nominaciones, tres con mi proyecto solista y una con Paga. ¡Que felicidad!

¿Cuál es tu artista nominado favorito en los premios Pepsi Music 2019?

Gerry Weil, es una leyenda viviente.

¿Has estado nominado a algún premio fuera de Venezuela?

Como instrumentista aún no, pero ganamos el Best Dance Film - International Music Video Undergrounden Los Ángeles.




Nombra cinco bandas o músicos venezolanos que cualquier melómano debe escuchar.

Gabriel Chakarji, Freddy Adrian, Carmela Ramirez, Linda Briceño, Juan Diego Villalobos.

Nombra cinco discos venezolanos esenciales. 

"Archipiélago" - Guaco
"Amazonas" - Guaco
"Dinner in Caracas Vol. 2" - Aldemaro Romero.
"Cuenta y Canta" - Simón Díaz
"Bak Trio".

¿Con qué músicos venezolanos te gustaría grabar un disco?

Gerry Weil, mitad austriaco-mitad venezolano. Sería un sueño.

¿Cuál es tu paisaje ideal en Venezuela para desconectarte?

Bahía de Cata.

¿Un lugar ideal para dar un concierto en Venezuela?

El Teatro Teresa Carreño. Sería un sueño presentar mi música ahí en algún momento, pero cuando salga este gobierno.

lunes, 9 de septiembre de 2019

¿Cuánto dura una Cerveza?




El tiempo de duración de una cerveza, bien sea en una lata, vaso o botella, es algo que varía según distintos factores. El clima en general, la temperatura de la cerveza, el ánimo, la hora del día, el tamaño del estómago, el nivel de compañía o el nivel de soledad, la calidad de la cerveza, la textura, la densidad, el sabor y una cantidad de variantes más, que harán el recorrido de la cerveza más lento o más largo en el cuerpo del bebedor.

Siempre comparto con mi padre Humberto Márquez, el poeta Benito Mieses y Kike Gavilán, una discusión bio-filosófica, sobre el placer de una cerveza en la mañana antes de desayunar o tomar el primer café, sobre todo, si se trata de una garrafa de tercio bien helada, de esas botellas marrón oscuro que se distribuyen en Venezuela. 

Es impresionante el brillo en los ojos de cada uno, cuando comenzamos a profundizar en el tema, resaltando los niveles de creatividad y empatía que pueden surgir durante el día, después de esa primera cerveza que va directamente a la sangre y de ahí como un cohete al cerebro.

“Siempre sueño ir nadando en una gran cresta de cerveza

desenfundo mi arma en pleno oleaje


y siento la espuma, música plena en mis orejas 


pero no soy capaz de disparar…” 


Gabriel Jiménez Emán, poeta y veterano alquimista de tascas, barras y antros varios de Venezuela y el mundo, le dedicó un merecido poema a la bebida espumosa, destacando todas sus bondades y placeres. 

“...No he podido encontrar muerte más bella 

que la de suicidarme con cerveza 

el gran secreto del oro de copas 

atravesando mi garganta como una saeta 

dulzura de ojos vacíos…” 

Después de destapar una cerveza el futuro puede ser incierto, un sueño sin retorno o un exceso de realidad punzante, una secuencia de encuentros fortuitos o una soledad galopante, el sonido al destapar una lata o una botella es el conjuro de la suerte, la caída de los dados en el tablero y casi nunca hay marcha atrás, sobre todo cuando se es muy joven.


La dosificación práctica va llegando con la madurez, convirtiéndola en una herramienta fisiológica, mental y espiritual, que retribuya de alguna forma, la molestia de tener que ir al baño sin parar durante largos períodos de tiempo.

Destapar una cerveza entonces, tiene que convertirse en un acto productivo que sublime el espíritu, regocije el alma y se convierta en un motor de ideas, claro, siempre dejando un fondito para el ocio, para que no me vayan a tomar como un fundamentalista psicótico de la productividad. Así que mientras me tomo un trago y alzo mi botella, sigo escribiendo, digo salud y pienso ¿Cuánto me va a durar esta cerveza y las que quedan en la nevera?


lunes, 2 de septiembre de 2019

El Convite y lo que nos falta por hacer





Por: Marcel Márquez


El fin de semana terminó la segunda edición del festival El Convite, evento sucesor que llegó el año pasado para llenar el vacío que dejó en el 2017 el festival financiado por el Estado venezolano “Suena Caracas”. En lo particular, este nuevo festival me convoca como ciudadano (por diversas razones), como productor no me convoca por experiencias puntuales con su manera de responder al talento y tampoco como DJ porque percibo un criterio muy limitado en su lectura del panorama musical actual y, ojo, no me refiero a géneros musicales, sino a curaduría. 


Esta mirada crítica, en un sentido edificante, en ningún momento pretende calificar el festival de malo o bueno, ya que no me siento con la autoridad para juzgar el gusto de sus productores ni de los cientos de asistentes que disfrutaron el evento. Por el contrario, me parece totalmente plausible que estos jóvenes en un momento de crisis económica y cultural inviertan su tiempo y energía creativa generando espacios de entretenimiento, aunque es debatible que un grupo cercano a instituciones oficiales sean los escogidos a dedo para manejar los recursos y el criterio de un festival financiado por el Estado, cuando lo correcto sería -como en cualquier ciudad del mundo- abrir concursos para escoger las propuestas de productoras independientes con mayor background cultural y conocimiento del pulso de las tendencias culturales a nivel mundial.



A esta nueva edición de El Convite se le inyectó una cantidad de recursos técnicos importante, con un gran despliegue a lo largo del Parque Los Caobos, donde durante tres días el público tuvo acceso a 14 estaciones y tres escenarios con diversidad de ofertas culturales. Esta variedad multidisciplinaria es un acierto incuestionable. En este momento de tensión diaria que vive la ciudad, convertirse en una ventana para el ciudadano, que muestre la diversidad estética que tenemos alrededor y muchas veces no percibimos, es el máximo logro de este festival. Congregar en un mismo espacio además de la música y la rumba, clases de yoga, ilustradores, teatro, circo, conferencias y talleres diversos, es un logro más que positivo para la ciudad .


Muy distante de pretender ser mezquino con el esfuerzo de este festival, la intención más bien es invitar a todos los que hacemos vida en la ciudad de Caracas a debatir sobre el rumbo de nuestra industria cultural. Es aquí cuando comienzan a aparecer las interrogantes ¿dónde sigue la continuidad de estos talleres?¿Hay estadísticas que determinen qué artistas quiere ver el público? ¿Quién decide qué artistas y qué talleres quiere ver el público? ¿La continuidad de un evento de ese tipo lo determina la permanencia de un funcionario en una institución? ¿Qué va a pasar con el festival el próximo año con un cambio de gobierno? ¿Es autosustentable este festival?

Todas estas inquietudes comienzan a surgir y prenden alarmas en la memoria, haciendo un recuento de los últimos 15 años de una hegemonía cultural controlada por el Estado venezolano, que se va quebrando cada vez más con la ausencia de recursos y las movidas de mata de las instituciones del Estado. Cuando Freddy Ñañez desaparece de la Alcaldía de Libertador se desvanece el Suena Caracas, cuando sale Jacqueline Faría del Gobierno del Distrito Capital perdieron su continuidad la ruta nocturna y otras iniciativas importantes para la ciudad como el Festival Internacional de Cine, con Juan Barreto quedaron en el recuerdo muchos proyectos de cultura urbana potenciales para Caracas o iniciativas como “Por el medio de la calle” pioneros en este tipo de eventos en la ciudad, que duró ocho ediciones, siempre tambaleándose a merced de las decisiones de funcionarios de la Alcaldía de Chacao y del gobierno central de la ciudad, siendo un proyecto independiente.

Me parece pertinente aprender ya de una vez de los errores del pasado y entender que una economía cultural se genera desde cero, se construye y no depende de un subsidio o financiamiento neto de una chequera del Estado. Una economía cultural se construye con aliados, fuerzas creativas, economías naranja y todo esto emerge desde un piso real, pensando en metas reales y posibles de alcanzar. No se construye una economía cultural queriendo replicar textualmente experiencias foráneas, pensando en múltiples grammys cuando, ni siquiera, tenemos una industria cultural independiente con estadísticas de la producción de contenido anual. 

¿Cuál es la receta? No hay una mágica, se va construyendo en el camino, pero con los pies en la tierra, y es aquí donde quiero hacer énfasis, invitándolos a pensarnos esa industria cultural sustentable, independiente, honesta, nuestra, construida con pasión, sin soberbia, ni pirámides. Debemos comenzar a identificar los capitales de la ciudad que son subestimados y subutilizados: personas, ideas, redes, materiales, recursos, lugares y modos de comunicación. 

Para el desarrollo de esta industria cultural sustentable es fundamental los procesos formativos con continuidad, abrir el debate académico, generar contenido didáctico, fomentar talleres, foros, convenciones y, muy importante, recuperar experiencias pasadas como la fábrica de la música Un-Convention o la Feria Internacional de Música de Venezuela (FIMVEN), espacios ideales para la formación y el intercambio de ideas con actores de la industria cultural a nivel mundial.

Deseo honestamente que esta iniciativa del festival el Convite perdure en el tiempo como los festivales más longevos alrededor del mundo, pero creo oportuno que profundicemos como ciudadanos y creadores en el fortalecimiento de economías culturales sólidas que vayan creciendo de manera orgánica y superando conflictos de intereses. Ahora más que nunca necesitamos diversidad dentro del área cultural que amplíe los circuitos de entretenimiento desde lo micro hasta las experiencias macro de grandes festivales alrededor del país.

Hay ejemplos ya en la ciudad de pequeñas economías culturales sustentables con panas que le meten el pecho desde la autogestión, sin los recursos técnicos o económicos de una Alcaldía o una institución del Estado; panas que dicen “¡lo voy a hacer!” y lo hacen, experiencias como El Otro Rock, Teatros Automáticos, MakinaCrea, Bajo el árbol, Soziedad lp, Dealer y muchos más. Entonces, es ahí donde está la fuerza para de verdad construir algo orgánico y que permanezca en la historia, sino cada cuatro años con un cambio de alcalde o gobernador la industria cultural comenzará desde cero.

Cinco discos 7" de músicos venezolanos que debes tener en tu colección (II)

La música venezolana, producida en la actualidad desde distintos puntos en el mundo, sigue editando en el formato más fiel a la hora de reproducir sonido a través de un medio analógico, el vinil. Fuerza Cósmica Cari Cari presenta cinco discos 7" de música venezolana, dándole continuidad a una lista previa publicada el mes pasado.

Por: Fuerza Cósmica Cari Cari

Durante la última década, como consecuencia del factor migratorio de muchos venezolanos, la industria musical independiente del país suramericano ha conseguido ser visibilizada en el panorama global de la groove music.

Como resultado de la constante producción de bandas, que cada vez más van dejando huellas en importantes festivales europeos, en las vitrinas de grandes tiendas de discos del mundo y en la distribución online, la música venezolana se va posicionando dentro del ranking latinoamericano en Europa.

El acceso a la cadena de producción de la industria musical global ha permitido a muchas bandas y productores expandir las plataformas de reproducción, trascendiendo el tradicional CD y el álbum digital a formatos en vinil en sus distintas presentaciones. Los venezolanos no escapan a esta tendencia. A continuación, cinco discos (más) 7" que no deben faltar en tu colección y tu Dj set.

1. Candeleros: La Cumbia Del Chinche/El Boleta


Esta edición de dos sencillos del primer disco de Candeleros, es una iniciativa del sello Galletas Calientes, especialistas en cumbia y música colombiana contemporánea.  El boleta, un merengue ripiao que coquetea con guitarras surf y La cumbia del chinche, un sonido amazónico sumergido en atmósferas psicodélicas, son los dos tracks que registra este disco.









2. Fumaça Preta: La Trampa/Apêlo 


Disco de la banda Fumaça Preta del productor, músico y DJ venezolano Alex Figueira, en el lado A La Trampa un merenguito sicodélico y galáctico que a medida que avanza nos regala sorpresas con sonidos inesperados y un groove muy particular. Su cara B nos sumerge en una onda más rockera y tropicalista, claramente inspirada en el movimiento brasilero de finales de los sesenta.








3. K&M Soundsystem: Get Ready!/Kirikou


K&M son las iniciales de Kotufa y Maixtape Soundsystem, un proyecto de Rub-A-Dub, Steppa y reggae/hiphop; de los venezolanos  Alex Acosta y DJ Maíz, ambos ex integrantes de la banda venezolana de fusión La Redonda. Para adquirir una edición de este 7", en cassette o digital, click en este enlace


4. Ska Jazz Messengers: Mil Veces No/Mil Veces Dub


Este vinil 7" de la banda venezolana Ska Jazz Messenger fue editado este año por el sello español Liquidator Music. Contiene el sencillo Mil Veces No y su versión dub Mil Veces Dub en la cara B. Hasta el momento ha sido distribuido en distintos países como Venezuela, México y Japón.




5. Devendra Banhart: Nils Frahm + Gigi Masin Remix 8"


Este último, tiene una característica especial que lo diferencia de los cuatro anteriores, 1" (pulgada) más. Es un disco del venezolano/americano, Devendra Banhart, un músico y artista plástico muy comprometido con el resultado estético y gráfico de sus discos. Esta edición limitada y numerada de 150 unidades, corresponde a unos remixes de sus temas Middle Names y Linda, remezclados por los artistas Nilhs Fram y Gigi Masin.