lunes, 2 de diciembre de 2019

10 viniles venezolanos que cumplieron 50 años en el 2019


Durante las últimas cuatro décadas del siglo pasado una gran cantidad de música producida en Venezuela en formato vinil estuvo respaldada por una pesada maquinaria compuesta de múltiples sellos discográficos independientes y otros asociados a grandes multinacionales del disco. En el año 1969 entre las producciones más destacadas de grupos de música popular, tropical y fusión, encontramos una diversidad de ritmos que a partir de ese año comenzaban a rotar en las distintas estaciones de radio del país caribeño.

Este año se cumplieron cinco décadas desde que muchas de estas producciones fueron lanzadas por primera vez al público. Fuerza Cósmica Cari Cari se une a esta celebración con una reseña de los diez discos más destacados que durante este 2019 cumplieron cincuenta años.


1. Vibración & Ritmo - Federico y Su Combo Latino

Venezuela siempre estuvo a la vanguardia de la salsa, paralelamente a lo que ocurría en La Gran Manzana, inclusive más avanzados. Fue en este país caribeño donde se bautizó el género con el nombre  de "Salsa", gracias al programa radial del locutor Phidias Danilo Escalona: "La hora de la salsa, el sabor y el bembé". Federico Betancourt fue pionero de este ritmo en el país y con su disco de 1966, Llegó La Salsa, terminó de esparcir el furor que había generado el ritmo en Venezuela  Phideas con su programa radial. 

Luego del éxito rotundo de su primer disco y tras seis producciones más, tres años después, en 1969, vuelve a la carga Federico y su combo latino con el lanzamiento de Vibración y Ritmo, un disco editado bajo el sello Sonus, una compañía discográfica propiedad del cantante venezolano Alfredo Sadel. Un sonido característico que define la salsa venezolana, con arreglos magistrales, metales envolventes, un destacado virtuosismo, pero a la vez una creatividad que surca espacios inexplorados entre la calle y la academia, una sobrexaltación del espíritu de la ciudad de Caracas y su brisa caribeña.




2. El Pavo Frank y Su Nuevo Sonido


"El Pavo" Frank Hernandez fue pionero en Venezuela explorando la fusión de ritmos caribeños y tropicales con sonidos como el jazz y el soul. Con El Pavo Frank y su nuevo sonido, el percusionista Frank Hernandez cierra un primer ciclo de discos como solista, siendo este el sucesor de cuatro trabajos anteriores firmados únicamente con su nombre, sin embargo, venía de un período al inicio de su carrera en el que fue músico de planta de leyendas de la música afrocaribeña como Mongo Santamaría y Tito Puente, alternando a su vez con grandes estrellas de la escena neoyorquina  de los años sesenta.

Este disco en su edición original del año 1969, lanzado por el sello RCA, es un disco cargado de un sonido muy novedoso para la realidad musical venezolana de entonces. Este joven percusionista venía estimulado y de una sobrexposición al panorama mundial de la vanguardia musical juvenil, un claro ejemplo es la versión magistral latin jazz de Soul Sacrifice que hace del grupo Santana. A partir de este disco Frank Hernandez profundiza su investigación musical y evoluciona hacia un nuevo sonido creado en conjunto con el maestro Aldemaro Romero "La Onda Nueva".




3. Aldemaro Romero Presenta La Onda Nueva

Aldemaro Romero, luego de transitar más de diez años de carrera, de vivir en Nueva York compartiendo escenarios con las orquestas de Machito y Tito Puente, dirigir a Benny Moré y Alfredo Sadel, después de 16 discos con su firma como director y arreglista, el maestro le da a un giro a su carrera y creatividad, para inventar un ritmo propio que en ningún otro lugar del planeta, músico alguno había interpretado: La Onda Nueva.

Con el apoyo creativo de su partner in crime, el percusionista "El Pavo" Frank Hernandez, consiguen darle forma a un nuevo ritmo con un equilibrio perfecto a partir de la música tradicional venezolana, el jazz y el bossa nova. La Onda Nueva de alguna manera dialoga musicalmente con el movimiento tropicalista que surgió en Brasil a finales de los años sesenta, salvando las distancias políticas y filosóficas que separan a esta manifestación brasilera de La Onda Nueva que se concentraba únicamente en en su esencia musical. Aldemaro Romero presenta La Onda Nueva, es el primero de más de diez producciones en la que el pianista a través de su creatividad dialoga con distintos instrumentos y ritmos de todo el mundo.




4. Los Kenya 2 

Ramón Epifanio Pérez Rivas, mejor conocido en el mundo de la música como Ray Pérez, es uno de los músicos venezolanos de salsa con mayor proyección internacional y creador de una discografía numerosa que supera los cincuenta discos en su medio siglo de carrera musical. Como frontman de bandas de salsa legendarias como Los Dementes, Los Kenya, Los Calvos y el Grupo Casabe, Ray Pérez le dio una identidad al sonido de la salsa venezolana, de la misma forma que Federico Betancourt, el pianista,  logró un nivel creativo dentro del género, plenamente reconocido por las leyendas de la historia de la salsa  a nivel mundial.

El ritmo creativo de esta agrupación fue tan arrollador durante esa época  que en el mismo año publicaron cuatro discos mientras Ray Pérez, por otro lado, estaba publicando al mismo tiempo tres discos más con Los Dementes, trabajando paralemente en su nuevo sello discográfico Pyraphon Records, en el que se editaron varios de los discos mencionados. El disco Los Kenya 2 fue grabado por un dream team de músicos venezolanos, encabezados por Ray Pérez; el negrito Calavén en la voz, acompañado por Carlín Rodríguez y Dimas Pedroza; Alberto Naranjo en la batería; Luis Arias y Luis Lewis en las trompetas; Miguel Silva en el bajo y en la percusión; Alí Rojas "Cosabuena" y Pedro García "Guapachá" en bongos y congas.





5. Porfi and His Orchestra - Porfi Latin Soul

Nacido en un pueblo llamado Hato mayor del Rey, en la República Dominicana, nació Porfi Jiménez, quien desde niño se interesó por la música para inclinarse por el sonido de la trompeta en su adolescencia. Viajó a Venezuela en 1954 para cumplir con una gira junto a la orquesta Miyana. Al disolverse la agrupación el músico decide quedarse a probar suerte en el país y es reclutado por otro músico de su tierra natal, para formar parte de la orquestal dirigida por Billo Frometa, para el canal Radio Caracas Televisión. Un año más tarde pasa a formar  parte de la orquesta del canal de la competencia, Venevisión, y a dar sus primeros pasos en su larga carrera discográfica.


En su edición original venezolana se tituló Porfi Latin Soul y en su edición norteamericana Casatshok Latin Soul, ambas firmadas por el sello Velvet. Es su novena edición discográfica, marcada por el momento salsero que respiraba Venezuela para finales de la década del sesenta, mucho antes de dar el giro hacia el merengue, la soca y otros ritmos caribeños que se inmortalizaron en sus discos más vendidos en la década del ochenta.


6. Los Melódicos - Nuevamente

Los Melódicos junto a la orquesta Billos Caracas Boys son dos agrupaciones venezolanas de música tropical bailable que se convirtieron en un clásico de las reuniones familiares a lo largo y ancho del país caribeño  Los Melódicos, por su lado, tuvo una carrera exitosa en la que participaron músicos legendarios, fundada por su director musical Renato Capriles en 1958 con el apoyo de Billo Frometa de forma circunstancial, tras una breve separación y reconfiguración de  Billos Happy Boys .

El disco Nuevamente!, editado por el sello Discomoda inicialmente y reeditado en Colombia por Discos Fuentes, fue lanzado en 1969 antecedido de una descomunal discografía de más de 30  discos desde su primer trabajo, Estos son Los Melódicos, diez años antes (1959). Este disco en especial comparte un diálogo estético y musical con lo que estaba ocurriendo en el norte con la música groovy del momento, el surf, la psicodelia y el bogaloo, pero también conversa con lo que ocurría en los países vecinos del caribe con la cumbia, el merengue y la salsa que era el ritmo por excelencia en todas las pistas de bailes caraqueñas en aquel año particularmente. En la carátula se deja ver un guiño a la banda norteamericana Beach Boys.





7. Billo 69

Increíble la discografía de Billo, en el año 1969 llevaba en su producción más de cuarenta discos. Este músico dominicano con una carrera desarrollada en Venezuela de principio a fin consolidó su éxito gracias a su relectura de los ritmos tropicales a los que le otorgaba un sonido e identidad únicos, que convertía cada ritmo que la orquesta tocaba en un sonido tropical caraqueño.

Este disco, editado por su propio sello, Billo, está entre los primeros 50 de su exponencial discografía. Un disco muy alegre y bailable en el que los merengues caraqueños son la línea transversal de su repertorio, un par de paso dobles y sus acostumbrados mosaicos en los que le gustaba mixturar canciones de distintas épocas y discos de su carrera.




8. Arriba!! Con los Junior Squad

Arriba!! Con los Junior Squad es el cuarto y último disco de esta banda conformado por una chica en la voz (Teresa Díaz) junto a sus tres compañeros de banda. Su música marcaba una ruta transversal entre el pop y la psicodélia del momento, cosechando con sus cuatro discos un breve éxito en la escena musical local y los medios de comunicación masivos. Consiguieron el reconocimiento de varios premios importantes para la industria cultural de la época, como el "Mara de Oro" y el "Güaicaipuro de Oro", así como algunos pequeños contratos en Europa que les permitieron tocar en escenarios de Londres y Mónaco, un éxito efímero que tuvo como desenlace la separación de la banda y el regreso de algunos de sus integrantes a Venezuela. 


9. Los Impala - Syndrome

Maracaibo es la cuna del rock venezolano, una certeza conocida por pocos y recibida con mucha desconfianza por el ego centralista de la capital. Es un echo que una de las dos primeras bandas de rock venezolano es del estado Zulia. Fueron Los Impalas quienes, junto a Los Flippers, se convirtieron en pioneros de este género musical para construir los primeros cimientos de un género musical que cumple más de medio siglo este año en el país caribeño.

La historia escoge al estado Zulia por un móvil que no tiene absolutamente nada que ver con guitarras eléctricas, amplificadores, irreverencia y melenas, la causa para el descubrimiento de este género musical por los venezolanos fue el petróleo. En los campos petroleros, a las afueras de la ciudad de Maracaibo, vivían empleados norteamericanos de grandes corporaciones, como la Shell, cuyos hijos  cada vez que regresaban de sus vacaciones en Estados Unidos, traían una gran cantidad de discos de vinil recién lanzados. Estos los compartían con los hijos de los empleados venezolanos y de esta manera se originó la banda Los Impalas, entre muchas otras en la capital del estado petrolero.

Syndrome es el último disco oficial de la primera época de Los Impala, un LP enfocado en su totalidad a la experimentación psicodélica de la época.





10. Worst Emotion

Worst Emotion fue una banda pionera en la escena del rock venezolano. Participaron en el acontecido Festival de las Flores, donde terminaron violentados por una represiva Guardia Nacional y un gobierno excesivamente conservador y chauvinista. Una banda de culto con poca historia discográfica, pero convertida en una de las semillas que le dio vida a una escena local venezolana de rock & roll. Este disco de 7", firmado bajo el sello Discomoda, es su única grabación, una rareza que no está registrada ni si quiera en las plataformas especializadas de coleccionistas como Discogs.





martes, 17 de septiembre de 2019

Orestes Gómez: Una máquina creativa de la percusión




Por: Marcel Márquez 

La misma semana en la que el baterista y percusionista venezolano Orestes Gomez, estaba recibiendo cuatro nominaciones a los Premios Pepsi Music 2019 y un día antes del lanzamiento de su nuevo video, Chimú, Fuerza Cósmica Cari Cari hizo un contacto con el artista desde Sao Paulo hasta Ciudad de México para tener una muy agradable y enriquecedora conversa.


Un tren sin frenos de workaholic music. En una semana le pierdes la pista porque aparece con un proyecto nuevo, nuevos músicos, nuevas ideas y todo funcionando paralelamente con los anteriores. Una máquina creativa que no se detiene. Si sigues sus redes puedes encontrarte en los feeds de la mañana el preview de un tema que estuvo componiendo a las 4:25 de la madrugada. Su debut discográfico fue con la magistral obra Experiencia Curiara, un disco que explora a profundidad la percusión afrovenezolana con distintos instrumentos. 


Luego de su despegue dentro de la industria musical, se trasladó a Ciudad de México, donde actualmente tiene su base de operaciones, y alterna su trabajo individual con proyectos como Pasticho, Paga y Trill. A finales de mayo regresó de una pequeña gira que lo llevó a varias ciudades de Europa y en el mes de junio participó en dos festivales de jazz mexicanos.



¿Cuál fue el último tema que escuchaste antes de esta entrevista?

Thug Tears - JPEGMafia. El beat es increíble y estoy súper pegado con la sonoridad de ese disco.

¿Dónde está la brújula de tu investigación musical en este momento?

Música latinoamericana con muchos experimentos sonoros modernos como el trap y el hiphop.

¿Qué otros instrumentos exploras además de la batería y la percusión afrovenezolana?

Varios instrumentos de percusión de toda Latinoamérica y un poco de bajo. Ando muy metido en la parte de producción, mezcla y máster y, a través de Maschine -hardware de producción musical-, yo mismo compongo y diseño todos los instrumentos sin necesidad de tocarlos, todo a través de diseño midi y plugins.

¿Con qué instrumentos te introduces en la música y a qué edad?

Comencé a los tres años con la percusión afrovenezolana y afrocubana. Mi papá era percusionista y desde pequeño me enseñó.

Haz un recuento de tu proceso formativo, ¿quiénes fueron tus maestros?

Primero, mi papá, "Peribeco", a los tres años me enseñó percusión afrovenezolana. Luego, entré a la Orquesta Infantil del estado Táchira a los seis años y vi clases de percusión clásica con Cheo Cárdenas en San Cristóbal. Después, me mudé a Caracas a los 17 años y entré al Conservatorio Simón Bolívar, donde vi clases de percusión cubana con Patricio "El Chino" Díaz. En todo ese trayecto iba estudiando batería solo. Luego me mudé a México y me enfoqué en la producción, aprendiendo mucho por Youtube y escuchando música.




¿Tu carrera profesional comienza con McKlopedia? ¿En qué año?

No sé qué define profesional, pero desde antes venía haciendo cosas grandes. Creo que comienza en mi primer viaje a Caracas con la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela, tenía como 14 o 15 años. Los directores eran Simón Rattle y Gustavo Dudamel.

¿Cómo fue esa transición de tocar en una banda pop a un trabajo de investigación como solista en Experiencia Curiara?

No lo veo como una transición, en realidad Experiencia Curiara era un disco que quería hacer desde muy pequeño, quería que mi primer disco fuera eso. Luego del fallecimiento de mi papá, me tomé muy en serio esto de homenajearlo de cierta forma. Tocaba con artistas de pop, reggaeton y hip hop, por las giras y el dinero, pero en realidad lo que más me llena como músico es lo venezolano.

Luego de Experiencia Curiara, ¿cuáles son los proyectos siguientes?

Ya estoy trabajando en mi segundo disco, es una continuación del folklore venezolano pero con más experimentos sonoros. Un concepto muy personal y que está evolucionando poco a poco. Ya lancé cuatro sencillos, "Mala Maña", "Parque Central", "Naua" y "Chimú", que sale mañana viernes (06/11/2019).

¿Cuántos discos grabados de proyectos propios y como invitado llevas hasta el momento?

Con mi proyecto solista "Orestes Gómez" tengo solo uno y estoy trabajando en el segundo. Paralelo a eso tengo otros proyectos propios pero colaborativos, como Paga, que llevamos un disco y un EP. Otro es Pasticho, que llevamos un EP y pronto sale otro álbum de Trill que es otro de mis proyectos.

Si los juntamos serian dos EP, dos discos listos y dos por salir.

¿Has editado tu música en vinil?

No, aún no. Quisiera que fuera Experiencia Curiara, sería increíble.




¿Al momento de formar Paga y Pasticho qué sonido estaban buscando sus integrantes?

Paga se formó para poder tocar música que nos permitiera mostrar las cosas más difíciles que estudiamos. Un proyecto para tocar cosas rápidas y complicadas.

Pasticho se formó para poner a bailar a la gente desde el funky, visto desde power trío. No buscamos una sonoridad, sino que nos dejamos llevar con el sonido de cada uno y fue fluyendo.

En los videos de Orestes Gómez se percibe un alto nivel de producción audiovisual. ¿Cuál es tu nivel de participación en estos procesos creativos?

Sí, total. Algunos videos como "Parque Central" y "Chimú" -que sale mañana- los hice yo. Otros, como "Naua" o "Live at Tihuatlan", los hice con varios amigos muy monstruos en el área audiovisual. Soy muy cuidadoso con eso y trato de mantener un concepto, siento que ahorita todo es audiovisual y no sirve de nada tener una gran canción con un mal video, ni viceversa.

¿Cómo y en qué momento llegan los patrocinios de marcas de instrumentos musicales y controladores?

Mi primer patrocinio fue de Bosphorus Cymbals, una marca de platos de Turquía, justo antes de irme de gira por Europa, hace siete años. Me apoyaron mucho en ese momento y aún lo hacen. Luego fueron llegando otros más de batería, los conectaba en mis viajes a Los Ángeles. Últimamente firmé con Native Instruments y Roland gracias a los videos que hago en Instagram.

Nombra algunas referencias de beatmakers que te inspiren

J Dilla - Kanye - Stlndrms - Knxwledge.

¿Has pensado en la posibilidad de grabar un disco solo electrónico?

Si, creo que mi cuarto disco solista. Quiero cerrar ciclos antes de llegar a eso.




¿Cuántos países has visitado como músico hasta el momento?

Como 17  o 18.

Nombra algunos festivales internacionales en los que has participado.

Aquí van unos: Festival Accidente Colectivo (México), Plug Music Festival (Estados Unidos), Festival Vive Latino (México), Festival Pal Norte (México), Festival Zapalm (México), Festival Luces de Invierno (México), Festival de Jazz Córdoba (México), Festival de Música Contemporánea Nayarit (México), Festival Latinoamérica en Concierto (Colombia), Festival Latinoamérica en Concierto (Argentina), International Saxophone Week Esmae (Portugal), Kursaal Congress (Suiza), World Music Contest (Holanda), Band International Music Competition (España).


¿Cuántas nominaciones tienes en los premios Pepsi Music 2019  en Venezuela?

Tengo cuatro nominaciones, tres con mi proyecto solista y una con Paga. ¡Que felicidad!

¿Cuál es tu artista nominado favorito en los premios Pepsi Music 2019?

Gerry Weil, es una leyenda viviente.

¿Has estado nominado a algún premio fuera de Venezuela?

Como instrumentista aún no, pero ganamos el Best Dance Film - International Music Video Undergrounden Los Ángeles.




Nombra cinco bandas o músicos venezolanos que cualquier melómano debe escuchar.

Gabriel Chakarji, Freddy Adrian, Carmela Ramirez, Linda Briceño, Juan Diego Villalobos.

Nombra cinco discos venezolanos esenciales. 

"Archipiélago" - Guaco
"Amazonas" - Guaco
"Dinner in Caracas Vol. 2" - Aldemaro Romero.
"Cuenta y Canta" - Simón Díaz
"Bak Trio".

¿Con qué músicos venezolanos te gustaría grabar un disco?

Gerry Weil, mitad austriaco-mitad venezolano. Sería un sueño.

¿Cuál es tu paisaje ideal en Venezuela para desconectarte?

Bahía de Cata.

¿Un lugar ideal para dar un concierto en Venezuela?

El Teatro Teresa Carreño. Sería un sueño presentar mi música ahí en algún momento, pero cuando salga este gobierno.

lunes, 9 de septiembre de 2019

¿Cuánto dura una Cerveza?




El tiempo de duración de una cerveza, bien sea en una lata, vaso o botella, es algo que varía según distintos factores. El clima en general, la temperatura de la cerveza, el ánimo, la hora del día, el tamaño del estómago, el nivel de compañía o el nivel de soledad, la calidad de la cerveza, la textura, la densidad, el sabor y una cantidad de variantes más, que harán el recorrido de la cerveza más lento o más largo en el cuerpo del bebedor.

Siempre comparto con mi padre Humberto Márquez, el poeta Benito Mieses y Kike Gavilán, una discusión bio-filosófica, sobre el placer de una cerveza en la mañana antes de desayunar o tomar el primer café, sobre todo, si se trata de una garrafa de tercio bien helada, de esas botellas marrón oscuro que se distribuyen en Venezuela. 

Es impresionante el brillo en los ojos de cada uno, cuando comenzamos a profundizar en el tema, resaltando los niveles de creatividad y empatía que pueden surgir durante el día, después de esa primera cerveza que va directamente a la sangre y de ahí como un cohete al cerebro.

“Siempre sueño ir nadando en una gran cresta de cerveza

desenfundo mi arma en pleno oleaje


y siento la espuma, música plena en mis orejas 


pero no soy capaz de disparar…” 


Gabriel Jiménez Emán, poeta y veterano alquimista de tascas, barras y antros varios de Venezuela y el mundo, le dedicó un merecido poema a la bebida espumosa, destacando todas sus bondades y placeres. 

“...No he podido encontrar muerte más bella 

que la de suicidarme con cerveza 

el gran secreto del oro de copas 

atravesando mi garganta como una saeta 

dulzura de ojos vacíos…” 

Después de destapar una cerveza el futuro puede ser incierto, un sueño sin retorno o un exceso de realidad punzante, una secuencia de encuentros fortuitos o una soledad galopante, el sonido al destapar una lata o una botella es el conjuro de la suerte, la caída de los dados en el tablero y casi nunca hay marcha atrás, sobre todo cuando se es muy joven.


La dosificación práctica va llegando con la madurez, convirtiéndola en una herramienta fisiológica, mental y espiritual, que retribuya de alguna forma, la molestia de tener que ir al baño sin parar durante largos períodos de tiempo.

Destapar una cerveza entonces, tiene que convertirse en un acto productivo que sublime el espíritu, regocije el alma y se convierta en un motor de ideas, claro, siempre dejando un fondito para el ocio, para que no me vayan a tomar como un fundamentalista psicótico de la productividad. Así que mientras me tomo un trago y alzo mi botella, sigo escribiendo, digo salud y pienso ¿Cuánto me va a durar esta cerveza y las que quedan en la nevera?


lunes, 2 de septiembre de 2019

El Convite y lo que nos falta por hacer





Por: Marcel Márquez


El fin de semana terminó la segunda edición del festival El Convite, evento sucesor que llegó el año pasado para llenar el vacío que dejó en el 2017 el festival financiado por el Estado venezolano “Suena Caracas”. En lo particular, este nuevo festival me convoca como ciudadano (por diversas razones), como productor no me convoca por experiencias puntuales con su manera de responder al talento y tampoco como DJ porque percibo un criterio muy limitado en su lectura del panorama musical actual y, ojo, no me refiero a géneros musicales, sino a curaduría. 


Esta mirada crítica, en un sentido edificante, en ningún momento pretende calificar el festival de malo o bueno, ya que no me siento con la autoridad para juzgar el gusto de sus productores ni de los cientos de asistentes que disfrutaron el evento. Por el contrario, me parece totalmente plausible que estos jóvenes en un momento de crisis económica y cultural inviertan su tiempo y energía creativa generando espacios de entretenimiento, aunque es debatible que un grupo cercano a instituciones oficiales sean los escogidos a dedo para manejar los recursos y el criterio de un festival financiado por el Estado, cuando lo correcto sería -como en cualquier ciudad del mundo- abrir concursos para escoger las propuestas de productoras independientes con mayor background cultural y conocimiento del pulso de las tendencias culturales a nivel mundial.



A esta nueva edición de El Convite se le inyectó una cantidad de recursos técnicos importante, con un gran despliegue a lo largo del Parque Los Caobos, donde durante tres días el público tuvo acceso a 14 estaciones y tres escenarios con diversidad de ofertas culturales. Esta variedad multidisciplinaria es un acierto incuestionable. En este momento de tensión diaria que vive la ciudad, convertirse en una ventana para el ciudadano, que muestre la diversidad estética que tenemos alrededor y muchas veces no percibimos, es el máximo logro de este festival. Congregar en un mismo espacio además de la música y la rumba, clases de yoga, ilustradores, teatro, circo, conferencias y talleres diversos, es un logro más que positivo para la ciudad .


Muy distante de pretender ser mezquino con el esfuerzo de este festival, la intención más bien es invitar a todos los que hacemos vida en la ciudad de Caracas a debatir sobre el rumbo de nuestra industria cultural. Es aquí cuando comienzan a aparecer las interrogantes ¿dónde sigue la continuidad de estos talleres?¿Hay estadísticas que determinen qué artistas quiere ver el público? ¿Quién decide qué artistas y qué talleres quiere ver el público? ¿La continuidad de un evento de ese tipo lo determina la permanencia de un funcionario en una institución? ¿Qué va a pasar con el festival el próximo año con un cambio de gobierno? ¿Es autosustentable este festival?

Todas estas inquietudes comienzan a surgir y prenden alarmas en la memoria, haciendo un recuento de los últimos 15 años de una hegemonía cultural controlada por el Estado venezolano, que se va quebrando cada vez más con la ausencia de recursos y las movidas de mata de las instituciones del Estado. Cuando Freddy Ñañez desaparece de la Alcaldía de Libertador se desvanece el Suena Caracas, cuando sale Jacqueline Faría del Gobierno del Distrito Capital perdieron su continuidad la ruta nocturna y otras iniciativas importantes para la ciudad como el Festival Internacional de Cine, con Juan Barreto quedaron en el recuerdo muchos proyectos de cultura urbana potenciales para Caracas o iniciativas como “Por el medio de la calle” pioneros en este tipo de eventos en la ciudad, que duró ocho ediciones, siempre tambaleándose a merced de las decisiones de funcionarios de la Alcaldía de Chacao y del gobierno central de la ciudad, siendo un proyecto independiente.

Me parece pertinente aprender ya de una vez de los errores del pasado y entender que una economía cultural se genera desde cero, se construye y no depende de un subsidio o financiamiento neto de una chequera del Estado. Una economía cultural se construye con aliados, fuerzas creativas, economías naranja y todo esto emerge desde un piso real, pensando en metas reales y posibles de alcanzar. No se construye una economía cultural queriendo replicar textualmente experiencias foráneas, pensando en múltiples grammys cuando, ni siquiera, tenemos una industria cultural independiente con estadísticas de la producción de contenido anual. 

¿Cuál es la receta? No hay una mágica, se va construyendo en el camino, pero con los pies en la tierra, y es aquí donde quiero hacer énfasis, invitándolos a pensarnos esa industria cultural sustentable, independiente, honesta, nuestra, construida con pasión, sin soberbia, ni pirámides. Debemos comenzar a identificar los capitales de la ciudad que son subestimados y subutilizados: personas, ideas, redes, materiales, recursos, lugares y modos de comunicación. 

Para el desarrollo de esta industria cultural sustentable es fundamental los procesos formativos con continuidad, abrir el debate académico, generar contenido didáctico, fomentar talleres, foros, convenciones y, muy importante, recuperar experiencias pasadas como la fábrica de la música Un-Convention o la Feria Internacional de Música de Venezuela (FIMVEN), espacios ideales para la formación y el intercambio de ideas con actores de la industria cultural a nivel mundial.

Deseo honestamente que esta iniciativa del festival el Convite perdure en el tiempo como los festivales más longevos alrededor del mundo, pero creo oportuno que profundicemos como ciudadanos y creadores en el fortalecimiento de economías culturales sólidas que vayan creciendo de manera orgánica y superando conflictos de intereses. Ahora más que nunca necesitamos diversidad dentro del área cultural que amplíe los circuitos de entretenimiento desde lo micro hasta las experiencias macro de grandes festivales alrededor del país.

Hay ejemplos ya en la ciudad de pequeñas economías culturales sustentables con panas que le meten el pecho desde la autogestión, sin los recursos técnicos o económicos de una Alcaldía o una institución del Estado; panas que dicen “¡lo voy a hacer!” y lo hacen, experiencias como El Otro Rock, Teatros Automáticos, MakinaCrea, Bajo el árbol, Soziedad lp, Dealer y muchos más. Entonces, es ahí donde está la fuerza para de verdad construir algo orgánico y que permanezca en la historia, sino cada cuatro años con un cambio de alcalde o gobernador la industria cultural comenzará desde cero.

Cinco discos 7" de músicos venezolanos que debes tener en tu colección (II)

La música venezolana, producida en la actualidad desde distintos puntos en el mundo, sigue editando en el formato más fiel a la hora de reproducir sonido a través de un medio analógico, el vinil. Fuerza Cósmica Cari Cari presenta cinco discos 7" de música venezolana, dándole continuidad a una lista previa publicada el mes pasado.

Por: Fuerza Cósmica Cari Cari

Durante la última década, como consecuencia del factor migratorio de muchos venezolanos, la industria musical independiente del país suramericano ha conseguido ser visibilizada en el panorama global de la groove music.

Como resultado de la constante producción de bandas, que cada vez más van dejando huellas en importantes festivales europeos, en las vitrinas de grandes tiendas de discos del mundo y en la distribución online, la música venezolana se va posicionando dentro del ranking latinoamericano en Europa.

El acceso a la cadena de producción de la industria musical global ha permitido a muchas bandas y productores expandir las plataformas de reproducción, trascendiendo el tradicional CD y el álbum digital a formatos en vinil en sus distintas presentaciones. Los venezolanos no escapan a esta tendencia. A continuación, cinco discos (más) 7" que no deben faltar en tu colección y tu Dj set.

1. Candeleros: La Cumbia Del Chinche/El Boleta


Esta edición de dos sencillos del primer disco de Candeleros, es una iniciativa del sello Galletas Calientes, especialistas en cumbia y música colombiana contemporánea.  El boleta, un merengue ripiao que coquetea con guitarras surf y La cumbia del chinche, un sonido amazónico sumergido en atmósferas psicodélicas, son los dos tracks que registra este disco.









2. Fumaça Preta: La Trampa/Apêlo 


Disco de la banda Fumaça Preta del productor, músico y DJ venezolano Alex Figueira, en el lado A La Trampa un merenguito sicodélico y galáctico que a medida que avanza nos regala sorpresas con sonidos inesperados y un groove muy particular. Su cara B nos sumerge en una onda más rockera y tropicalista, claramente inspirada en el movimiento brasilero de finales de los sesenta.








3. K&M Soundsystem: Get Ready!/Kirikou


K&M son las iniciales de Kotufa y Maixtape Soundsystem, un proyecto de Rub-A-Dub, Steppa y reggae/hiphop; de los venezolanos  Alex Acosta y DJ Maíz, ambos ex integrantes de la banda venezolana de fusión La Redonda. Para adquirir una edición de este 7", en cassette o digital, click en este enlace


4. Ska Jazz Messengers: Mil Veces No/Mil Veces Dub


Este vinil 7" de la banda venezolana Ska Jazz Messenger fue editado este año por el sello español Liquidator Music. Contiene el sencillo Mil Veces No y su versión dub Mil Veces Dub en la cara B. Hasta el momento ha sido distribuido en distintos países como Venezuela, México y Japón.




5. Devendra Banhart: Nils Frahm + Gigi Masin Remix 8"


Este último, tiene una característica especial que lo diferencia de los cuatro anteriores, 1" (pulgada) más. Es un disco del venezolano/americano, Devendra Banhart, un músico y artista plástico muy comprometido con el resultado estético y gráfico de sus discos. Esta edición limitada y numerada de 150 unidades, corresponde a unos remixes de sus temas Middle Names y Linda, remezclados por los artistas Nilhs Fram y Gigi Masin.















sábado, 10 de agosto de 2019

Sao Paulo Diggin: Ruta paulistana del vinil

 La capital cultural de Brasil concentra una cantidad importante de tiendas especializadas para la distribución y venta de música en distintos formatos, espacios donde el vinil tiene un rol protagónico. En un breve mapeo por la ciudad de Sao Paulo, conoce algunas de sus principales tiendas de discos.

Por: Marcel Márquez



Cuánta música se escucha en una ciudad de 20 millones de habitantes es un enigma que la historia jamás logrará descifrar con exactitud. Sao Paulo respira música en cada poro de sus calles, zonas residenciales, zonas comerciales y favelas. La producción musical y el consumo es permanente, no se detiene ni un minuto del día. La actividad musical trasciende a las tradicionales salas de shows, discotecas, bares,  radios online y se cristaliza en las aceras, mercados municipales, museos, escuelas tiendas de ropa, libros, discos y en distintos espacios del urbanismo donde conviven los paulistanos.

El consumo de música grabada se extiende a una gran diversidad de formatos: el tradicional CD, formatos digitales en toda su gama, cassettes y los incondicionales discos de vinil en sus distintos tamaños (12", 10", 7") y, en algunas excepciones, distorsiones de tamaños y formas que de manera creativa transgreden los patrones clásicos del objeto. Ediciones originales, reediciones, color vinil, foto vinil, 180 g, box sets, remasterizados, ediciones limitadas y -muy importante, atento lector- una cantidad exponencial de música brasilera, un universo infinito difícil de abarcar en su totalidad pero, uno de los viajes más placenteros dentro del campo de la investigación.

Sao Paulo ofrece una variedad increíble para los buscadores de viniles, tiendas de segunda mano o, como las llaman en portugués, Sebos do vinil, un paraíso para escarbadores profesionales, lugares con una mística especial para dejarse llevar por la suerte y encontrar lo inesperado a precios excepcionales (una de las formas más especiales de encontrar música). También existen tiendas especializadas marcadas por uno o varios géneros específicos, donde se pueden encontrar discos usados y nuevos. No faltan las tiendas híbridas que venden todo tipo de música en variedad de formatos, muchas veces abarcando también ediciones en CD y mercadería relacionada a la música, como libros, camisetas y accesorios en general.

Otra de las opciones, la más interesante para el encuentro y el compartir, son las tiendas-galería, espacios que además de la venta de discos, mantienen una programación semanal de actividad musical. Son lugares donde djs de la ciudad, el interior y otros países, se van rotando semanalmente dejando su esencia musical. Presentaciones de nuevos lanzamientos musicales, bautizos de libros y encuentros con artistas van logrando ese diálogo tan importante entre creadores y entusiastas de la música. Aquí no terminan las opciones para conseguir discos en esta capital cultural. En muchas librerías hay un stock de viniles; en galerías de arte, cafés, restaurantes y en la calle hay vendedores que ofrecen parte de su colección en venta, esto sin contar las cientos de ferias de viniles que ocurren semanalmente a lo largo y ancho del país.

A continuación, una bitácora de tiendas de discos para poner en el radar de melómanos, djs y coleccionistas que pasen por la ciudad de Sao Paulo.



Galería Nova Barao y Galería do Rock


En pleno downtown paulista, a un par de cuadras de la estación de metro Anhangabaú, quedan dos galerías importantes de la ciudad, donde hay más de dos docenas de tiendas de discos y música en general. La Galería do Rock es un centro comercial de cuatro niveles (sin contar la planta baja y el sótano), dedicado exclusivamente a tiendas alternativas que ofrecen productos vinculados a distintas tribus urbanas. Hay un nivel dedicado exclusivamente a tiendas de discos y otras tiendas distribuidas aleatoriamente en la galería que ofrecen material musical.

En una calle paralela a la Galería do Rock está la Galería Nova Barao, un centro comercial de dos niveles que dedica el segundo nivel exclusivamente a tiendas de discos, dejando en el nivel inferior un par de Sebos donde venden libros y discos de vinil de segunda mano.

Big Papa records


Atendida por sus propios dueños, Big Papa (Carlos de La Fuente) y Big Mama (Katia Pimentel), esta tienda viene cargada de un groove particular porque la música afro en todos sus géneros es el eje principal que sustenta la identidad del local. El cubano Carlos de La Fuente lleva más de 30 años en el ramo de la industria del disco, en sus inicios, como gerente en una de las principales tiendas de música latina de Miami, la cual posicionó en primer lugar en ventas en la principal ciudad del sur de la Florida, gracias a su gestión.

En Big Papa records se encuentra un catálogo diverso de jazz, reggae, world music y una sección especial con un acervo importante de música latina y afrocaribeña, siendo la tienda una referencia principal en Sao Paulo para la distribución de estos géneros. Uno de los detalles más simpáticos, es la bolsa de tela reutilizable y coleccionable en la que entregan su compra al cliente.



Blue Sonic


Ubicada en el segundo piso de la Galería Nova Barao, esta tienda se especializa en rock psicodélico y todos los subgéneros que orbitan alrededor. Con un buen equilibrio entre discos nuevos y usados, Raito Captain ofrece a sus clientes un catálogo que abarca una inmensa discografía de bandas de todo el mundo y distintas épocas. 

Además de discos, hay un gran surtido de libros sobre música y biografías, entre los cuales destacan catálogos especializados como los dos números de Lindo Sonho Delirante, del investigador y periodista musical Bento Araujo. La tienda Blue Sonic, además de ofrecer discos y libros, es un espacio ideal para conversar sobre música con Raito Captain, su dueño, quién maneja un amplio conocimiento en el área.





Disco Sete


Esta tienda se convirtió en mi preferida para hacer diggin en La Galería Nova Barao, por tener esa característica especial que siempre me convoca: las cajas de remates con una tarifa plana. En el caso de Disco Sete, tiene una sección de discos en R$5,00 ($1,50) de LPS 12" y discos 7", donde escarbando pacientemente y dedicando tiempo, concentración y energía a este ritual, se pueden encontrar maravillas de música brasilera, jazz y rock. De ahí rescaté una edición en perfecto estado de Return To Forever. Igualmente el resto de la tienda tiene una variedad de discos en excelentes condiciones y precios que oscilan entre los 20 y R$80,00 (entre $5 y $20).




Medusa Records


Esta tienda, ubicada también en la segunda planta de la Galería Nova Barao, es atendida por su propio dueño, Flávio Cigano, quien procura dar prioridad en su stock a discos completamente nuevos y sellados. En la tienda se pueden conseguir muchas reediciones de distintos lugares del mundo, box sets y ediciones limitadas. Especialista en rock progresivo, rock psicodélico y jazz rock, a pesar de dar exclusividad a los discos nuevos, no discrimina en su catálogo algunas rarezas bien cotizadas en el mercado, usadas pero en muy buenas condiciones.




Locomotiva Discos


Una tienda que existe como espacio físico desde el 2009, pero que venía funcionando como tienda virtual desde el año 2003 a través de plataformas como ebay y mercadolibre. Está ubicada actualmente en el segundo piso de la Galería Nova Barao, en el centro de Sao Paulo. Cuenta con un amplio espacio de tres locales unidos, donde ofrece una amplia variedad de material musical de distintos géneros y formatos: Vinil, CD, DVD, K7; nuevos y usados. Además de contar en su stock  con una amplia variedad de accesorios para el melómano y coleccionista de música, libros, posters, totebags, bolsas para viniles, adaptadores 45" y otros que se pueden encontrar directamente en su página.



 


Baratos Afins


De las tiendas más antiguas de la ciudad que ha permanecido activa desde de su fundación, Baratos Afins es además un sello de música independiente que surge a finales de los años 70 como una idea de su dueño, Luiz Calanca, y el ex vocalista/bajista de los early Os Mutantes, quien para aquel entonces emprendía su carrera como músico independiente.

Actualmente la tienda se especializa en la venta de los formatos CD, DVD y box sets; pero igualmente poseen un catálogo de cientos de discos de vinil nuevos y usados en su local ubicado en la Galería Do Rock, en el centro de Sao Paulo.







Patuá Discos


Ubicada en pleno corazón de Vila Madalena, barrio que se caracteriza por su vida nocturna, Patuá Discos es un espacio particular donde conviven esta tienda de discos, un estudio de diseño y un local de accesorios para fumadores. Ambas tiendas están divididas por un pasillo con mesas para disfrutar de conversas y una fría mientras fumas uno libremente.

Es una tienda boutique y galería a la vez, no en el sentido elitesco, sino más bien estético y conceptual. Además del catálogo de discos que ofrecen y su stock de accesorios relacionados con la música, tienen una agenda permanente todas las semanas llamada Vai na Fé!, un espacio para la presentación de discos, libros, djs, conversaciones con músicos de la movida independiente paulistana y otros eventos para el encuentro y el intercambio.

Patúa Discos es una parada fija para todos los djs y coleccionistas del mundo que visitan la capital cultural de Brasil. En sus cajones han estado diggeando personajes como el legendario Don Letts, uno de los padres de la escena londinense del punk y el dub. Cuando conocí la tienda, el mismo día conocí a Sonia Abreu, la primera dj mujer de Brasil y probablemente de latinoamérica, quien estaba bautizando su biografía en la que se relata su trayectoria con más de 40 años tocando en pistas de baile. No sería para nada descabellado cruzarse en una session de diggin en Patuá a leyendas como Gilles Peterson, Dj Shadow, Madlib o Cut Chemist.







Fatiado Discos


En la misma línea de Patúa Discos, Fatiado Discos lleva una agenda semanal, pero mucho más amplia. Mientras la primera tiene actividades de jueves a sábado, la segunda tiene actividades toda la semana, con djs, bandas y festivales gastronómicos de distintas localidades del mundo. 

A diferencia de Patúa, que es una tienda de discos que ofrece otras actividades, Fatiado es un bar que ofrece un stock de discos y un sello discográfico, sin ser la venta de música el objetivo principal, pero sí la excusa para ser un punto de encuentro de músicos, djs y melómanos que pueden encontrar en el lugar buenos discos en sus exhibidores y girando en los tocadiscos todos los días.





 Red Star Sebo


Un sebo en Brasil es una tienda especializada en la venta de libros, revistas y discos usados; para mí los mejores sitios donde conseguir material desclasificado. Estas tiendas al no ser especializadas en el ramo de la música específicamente, muchas veces llevan un inventario muy ligero y nada riguroso de los discos, siendo esto una ventaja para el digger, al permitir encontrar verdaderas joyas a precios increíbles. 







En la Rua y otras tiendas


Rua en portugués, para quien no sabe, significa calle. Sao Paulo es una ciudad conformada por millones de calles y la cultura del disco es tan popular que no es para nada una sorpresa encontrar vendedores ambulantes en las aceras de la ciudad con colecciones de discos maravillosas. Compré dos discos de Tim Maia en la Av. Paulista a un precio muy favorable para mi bolsillo.

En una ciudad que sobrepasa los 20 millones de habitantes y donde el consumo de música va al mismo ritmo de las agujas del reloj, se necesitan muchas tiendas para abarcar los potenciales clientes. En esta bitácora no está ni la cuarta parte de las tiendas que he visitado en la ciudad los últimos dos años y, estoy seguro, no abarca ni el 10% del total de las tiendas que existe en esta ciudad, ni hablar del estado completo. Creo que si nos remitimos al país fácilmente podríamos estar hablando de miles de tiendas donde venden discos de vinil sin contar las que se dedican exclusivamente a la venta de CD. La tarea está empezada para cualquier coleccionista hispano que visite por primera vez la región paulista y quiera aventurarse en sus calles a diggear viniles.

¡Qué viva la música!